En Davos, centro de debates de la élite económica mundial, el presidente colombiano Gustavo Petro desarrolló con sencillez y profundidad un planteamiento para detener los impactos del cambio climático y la probable extinción planetaria. En el propio escenario de los adoradores del capitalismo, dijo que ese sistema ha fracasado en detener la proyectada desaparición de las especies y del hombre mismo. Han sido 3 o 4 décadas de retóricas declaraciones en improductivas 27 conferencias denominadas COP climáticas, cuando las estadísticas marcan incrementos sostenidos de las concentraciones de gases efecto invernadero como CO2 y otros que originan el demoledor envite atmosférico.