Sonsonete (sonido monótono y repetitivo). Se ha venido repitiendo permanentemente, en forma interesada, que Colombia pese a tener 7 bases militares norteamericanas en su territorio, la producción de droga ha aumentado exponencialmente. Sobre este tema vale aclarar: El 30 de octubre de 2009 se firmó el acuerdo militar entre Colombia y EE. UU., los acuerdos fueron firmados por el presidente colombiano Álvaro Uribe y el norteamericano Barack Obama, con el propósito de combatir el narcotráfico y el terrorismo en Colombia. A EE. UU. se le permitiría mayor acceso a 7 bases militares, incluyendo la Base Aereoespacial “Capitán Germán Olano”, más conocida como Base Militar de Palanquero, que es considerada de importancia por su posición estratégica, tanto para Colombia como para el continente.
Las siete bases colombianas son las siguientes: la de Malambo en el Atlántico; la Base Militar de Palanquero en la región del Magdalena Medio; la Base Militar Apiay, en el Meta; las bases navales de Cartagena y Bahía Málaga en el Pacífico y bases o centros de entrenamiento de Fuerte Militar Tolemaida y el Fuerte Militar Larandia en Caquetá.
El 22 de julio de 2010, la Corte Constitucional declaró inconstitucional el acuerdo militar firmado entre el Gobierno de Colombia y EE. UU., porque no fue aprobado por el Congreso.
Sebastián Bitar en su libro La presencia militar de Estados Unidos en América Latina: Bases y cuasibases, señala: “No existe ningún tratado que establezca bases militares permanentes formales de los Estados Unidos. Sí hay unos acuerdos tácitos, no formales, lo que yo llamo cuasibases, en donde se le permite a los Estados Unidos tener algunas operaciones. La mayoría de ellas de apoyo a actividades de seguridad en Colombia, pero no hay tropas de los Estados Unidos estacionadas en Colombia”.
Los sembríos de hoja de coca y la producción de cocaína han crecido vertiginosamente; al concluir el gobierno de Álvaro Uribe en 2010 los sembríos eran 61.812 ha y 410 t de cocaína; después de los gobiernos de Santos y Duque; en 2022, al inicio de la presidencia de Gustavo Petro, los sembríos eran 230.000 ha y 1.740 t de cocaína, en los 3 años de gobierno de Petro se calcula que existen alrededor de 300 mil ha y la producción de cocaína 2.700 t el aumento es del 53%.
Para nuestro país es de gran preocupación lo que se señala en un documento de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC): “En los departamentos del Cauca en la costa del Pacífico, Nariño, Putumayo, Amazonas, cercanos a Ecuador, allí se concentra el 35 % de todos los cultivos, que además coinciden con los territorios de mayor presencia de grupos armados ilegales, como las disidencias de las FARC, la guerrilla del ELN y el Clan del Golfo, estructuras que se alimentan de las rentas del narcotráfico”.
Igualmente, Human Rights Watch (HRW) publicó: “Que para mediados del 2024 el Clan del Golfo aumentó su expansión en un 55 % en comparación con el 2022, el ELN en un 23 % y la Segunda Marquetalia y el Estado Mayor Central, las dos facciones de las FARC, en un 30 %, respectivamente”.
Urgentemente se requiere la ayuda internacional. (O)