Nuestro tema, nuestra manía, es el Ecuador. Como estamos en vigilia electoral y por cansancio, olvido por un momento la política, pero sigo hablando del país irrenunciable. Velados por una cultura católica, contrarreformista y barroca que despreció las ciencias de la naturaleza y todo lo “mundano”, los ecuatorianos desconocían su tierra. Por eso, su descubrimiento, en sentido multidimensional y profundo, fue iniciado por aventureros, exploradores y científicos extranjeros, provenientes de otras vertientes culturales. Por excepción nativos de estos lares se dedicaron a tales estudios, casi siempre con el estímulo de un extraño precursor. ¿De dónde venimos? ¿Por qué somos así? Son preguntas que se responden en las memorias de visitantes. De allí la gran importancia que se debe dar a las revisiones de obras y documentos producidos por perspicaces forasteros.

En este sentido, la colección Memoria, viaje, fotografía y olvido, editada por el fotógrafo y cineasta Juan Diego Pérez, hace un aporte medular, al añadir una dimensión poco estudiada y esencial: la imagen. Desde fines del siglo XIX los visitantes no solo describían estas latitudes con palabras, sino que premunidos de sus cámaras retratarán montañas y playas, plantas y animales, personas y edificios. Así, los lectores de otros continentes tuvieron una idea más real e intensa de este mundo distinto. Pero, nosotros los vivientes del siglo XXI, con estas publicaciones también tenemos acceso a ese mundo que nos parece tan lejano o más de lo que resultaba para quienes lo vieron tras fatigosos viajes. ¿Cómo eso vino a dar en lo que ahora tenemos? El primer tomo titulado Amnesia, realizado por el propio Pérez, rescata la obra del alemán Arturo Eichler que se dio a conocer a través de uno de los libros más hermosos que se han hecho en este país: Nieve y selva en el Ecuador. Sigue con el intento de buscar al colombiano Horacio López Uribe, el misterioso Róbinson, un fantasma en las cumbres de los volcanes. Y culmina con una parte de los trabajos de Rolf Blomberg, el sueco infatigable que hizo tantas contribuciones invaluables.

La mirada silenciosa es el segundo tomo de la serie, en la que se publica una selección del gigantesco acervo fotográfico del alemán Gottfried Hirtz, con un escorzo biográfico de su hijo Christoph. Es una vida de novela, llena de peripecias interesantes, propias de los años de la II Guerra Mundial, que se enriquece con las fotos del biografiado, que unía oportunidad periodística con talento artístico. Cierra la colección el volumen El viaje por el viaje, que recoge la obra Andanzas por el Ecuador de la escritora norteamericana Blair Niles, con algunas fotos de su esposo, precedido por un ensayo introductorio del historiador Fernando Hidalgo-Nistri. A diferencia de otros viajeros, prejuiciados y soberbios, la señora Niles nos da una visión objetiva y amena del Ecuador, especialmente de Guayaquil. Por cierto, que entre el tiempo en que se escribió esta obra y los años de las memorias de viaje de Whimper y Orton, para poner ejemplos, hay un factor diferenciador muy fuerte: el ferrocarril, que significó un vuelco en la historia del país. (O)