¿Están prejuiciados los tribunales arbitrales internacionales, y el Estado siempre pierde? Veamos: 1) El Estado sí ha ganado arbitrajes; 2) El Ecuador suele tomar acciones que perjudican a los inversionistas sin considerar las consecuencias legales, en cuyo caso el tribunal le da la razón al demandante; 3) En algunos casos emblemáticos que el Estado ha perdido, el tribunal fijó una indemnización mucho menor a la demandada. Así fue con Occidental y ahora con Chevron, que demandó por $ 3.350 millones y el tribunal de La Haya solo admitió $ 220 millones más costas, unos $ 50 millones.
Antes hubo un juicio en la Corte Federal de Nueva York que determinó que la sentencia contra Chevron del juez de Lago Agrio Nicolás Zambrano por $ 9.500 millones se obtuvo por medio de fraude, sobornos y corrupción por parte del equipo legal de los demandantes, encabezado por el estadounidense Steven Donziger y el local Pablo Fajardo, y que Ecuador permitió su ejecución.
Es un caso digno de Hollywood. Donziger buscó inversionistas para financiar el pleito. El principal socio fue un millonario estadounidense cuyo negocio son apuestas por internet, residente en Gibraltar porque evade impuestos y no hay extradición con EE. UU. Donziger domicilió en Gibraltar a la empresa que sería beneficiaria de la indemnización.
Donziger y Rafael Correa concibieron un ambicioso plan. Donziger contrató una filmación que pintaba a Chevron como una gran destructora de la Amazonía que no había remediado sus destrozos y que por consiguiente los indígenas adolecían de enfermedades mortales. La película, Crude, impactó al público y a la crítica. Correa contrató estrellas de Hollywood para que lo acompañaran al Oriente a exhibir “La mano sucia de Chevron”. Correa tildó de vendepatrias a los que cuestionaban su proceder y así intimidarlos.
Todo apuntaba a que Chevron tendría que pagar lo sentenciado por Zambrano. Pero los abogados de Chevron descubrieron que en una versión preliminar de Crude aparecían funcionarios del correísmo que fueron expurgados en la versión definitiva. El juez federal Lewis Kaplan ordenó al cineasta que presentara todos los recortes de la película. En ellos Donziger y funcionarios del correísmo aparecen complotando el fraude. Chevron identificó cuál consultora estadounidense hizo el falso estudio ambiental que firmó el perito Cabrera (quien recibió $ 392.000) y cuál bufete estadounidense preparó la sentencia que firmó el juez Zambrano (le ofrecieron $ 500.000). Donziger pactó con el bufete y con la consultora el pago con un porcentaje de las ganancias. (Paul Barret, Ley de la selva, en inglés).
La trama se derrumbó. Kaplan careó a Zambrano, quien dio muestras de no comprender lo que había firmado. Kaplan le impuso a Donziger seis meses de prisión, el pago de $ 5 millones y le retiró la licencia para ejercer abogacía.
Ecuador salió bien librado. El intento de fraude procesal de Correa y sus secuaces solo le costó $ 220 millones, una pigricia frente a los $ 3.700 millones de la fracasada inversión en las refinerías de Esmeraldas y del Pacífico. Ni Correa ni Fajardo enfrentan sanción alguna por el daño que causaron al erario nacional, haber expuesto al mundo la podredumbre de nuestras cortes y haber manchado la reputación del país. (O)













