Se confirmó el Fusarium R4T en una pequeña finca de la provincia de El Oro, cantón Santa Rosa, en el sector denominado El Quemado, graficando así el final de un cultivo afectado por el mal que tanto temor despertara, porque en el norte de Perú, en áreas muy cercanas a la frontera, la enfermedad ha arrasado con miles de hectáreas convertidas hoy en focos de infección para nuestros plácidos cultivos, favorecida por ineficientes controles en varios puntos de alta permeabilidad, en esas condiciones era fácil inferir que pronto las acorazadas esporas invadirían con su típica agresividad y sencilla difusión nuestros verdes plantíos. Asomó por vez primera en el continente americano en el año 2019, en La Guajira zona colombiana colindante con Venezuela, presa del patógeno. En una nota en este Diario del 12 de junio de 2014 la advertíamos como una “apocalíptica enfermedad bananera”, siendo un ejemplo la debacle del Gros Michel con la raza 1, en el siglo pasado.

'Ecuador logró contener Fusarium raza 4 por más de seis años, dio tiempo para prepararnos con protocolos más sólidos que otros países’

Paralelamente, otra terrible afección causada por la bacteria conocida como moko, ya ha averiado más de 20.000 hectáreas en distintas zonas del país. Ambas son devastadoras, pero mucho más peligrosa y destructiva es la R4T o fusariosis, sin ninguna posibilidad de control una vez introducida en la planta, solo queda recurrir a medidas preventivas para detener su diabólica propagación en el mismo predio o sus vecinos, la alta difusión se comprueba porque, teniendo su origen en el distante sudeste asiático, en pocos años contagió a casi todas las bananeras del orbe, sin que barreras naturales de valles, montes, océanos y sociedades opulentas como la australiana, hayan podido contenerla, Colombia con fuertes inversiones privadas y públicas lo ha hecho a medias. El alto consumo y el hecho que el 30 % es producido en Ecuador, le da a este hongo satánico una preocupación global.

Fusarium raza 4 en Ecuador: Bananeros lo veían venir y por ahora no ven efectos

Urge una movilización de los eslabones de la cadena, a sabiendas que la reducción productiva traería serios trastornos al abastecimiento de una fruta que dejó de ser un postre para convertirse en parte consustancial de la dieta de niños y adultos, de oferta barata todo el año, está en peligro la industria en su conjunto, desde proveedores de insumos, hasta puertos, navieras y supermercados internacionales, en deuda con los agricultores por el irrespeto a los precios justos y la responsabilidad compartida, que deben observar; es un llamado a las suministradoras de plásticos y envases, todas deben ser convocadas por el más alto nivel político en un frente que mitigue los daños, con respuestas financieras que fortalezcan la investigación, hasta obtener variedades resistentes, no transgénicas, que mantengan las bondades nutritivas y comerciales del banano ecuatoriano. Que el exhorto vaya también a la cooperación internacional, a la Unión Europea que ha recaudado por impuestos, y todavía lo hace, ingentes cantidades de euros con origen en la fruta ecuatoriana exportada por décadas hacia ese destino. Internamente, debe activarse el COE, esta vez bajo liderazgo del ministro de Agricultura como delegado presidencial, dentro de una declaratoria de emergencia que dinamice inmediatos recursos. (O)