¿Por qué fracasan los países?, se pregunta la columnista Paola Ycaza Oneto, en su último artículo que analiza por qué la institucionalidad democrática funciona exitosamente en muchos países, y por qué en otros fracasa.
Ojo, Paola siempre vincula “democracia” a “estado de derecho”, como sinónimos, y es que son indisolubles, pero las implicaciones y maneras de gobernar difieren en los resultados positivos que logran países exitosos, frente a otros que fracasan porque aplican recetas que han probado ser ineficaces, por ser excesivamente discrecionales, pues dejan en manos de la autoridad, el ejercicio del poder. Y esa es la gran diferencia entre las democracias regladas y las democracias discrecionales.
Paola se refiere, por ejemplo, a la consulta popular que el año pasado preguntó a los ecuatorianos “si había que cerrar o no el pozo petrolero ITT…”. Y este es un claro ejemplo del irrespeto al Estado de derecho, pues se impone la discrecionalidad de la autoridad de turno. Recordemos la historia. A pesar de que la consulta de los Yasunidos fue solicitada hace diez años y archivada en su momento por la Corte Constitucional, ciertos activistas sociales lograron resucitarla, pero bajo otro proceso con la que lograron su cometido. Pero, ¿qué ocurrió entre la presentación de la consulta y la resolución de 9 de mayo de 2023 adoptada por la CC dando luz verde a la consulta? Lo que ocurrió fue que el expresidente Correa ante el fracaso de su iniciativa para lograr que el mundo industrializado compense al Ecuador por la no explotación del petróleo en la Amazonía, ordenó la explotación de los ricos yacimientos del bloque 43 que entraron en operación hace poco y que han significado nuevos recursos al Estado. Es decir, las circunstancias cambiaron, pero ello no fue impedimento para que el Consejo Nacional Electoral convoque demagógicamente a consulta popular a todos los ecuatorianos, violando la Constitución que ordena realizar consultas populares dentro de las provincias afectadas, en el caso del bloque 43 las provincias de Orellana y Sucumbíos. No está demás recordar que precisamente los electores de Orellana y Sucumbíos votaron a favor de que continúe la explotación petrolera del bloque 43.
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Fue tan notoria la actuación discrecional e inconstitucional del CNE, que en esas mismas elecciones del año 2023 se consultó solo a los pichinchanos el futuro de la región llamada Chocó Andino.
Cuánta razón tiene Paola Ycaza en el artículo que comento. Y este simple ejemplo del ITT prueba fehacientemente que la discrecionalidad es quizás la razón de fondo que permite saber por qué fracasan las democracias discrecionales, irrespetando el Estado de derecho. (O)
Xavier Neira Menéndez, economista, Guayaquil