En las diligencias ordenadas en juicios penales, especialmente, en el caso del asesinato del general Jorge Gabela Bueno (piloto de combate ecuatoriano que llegó a rango de teniente general y comandante en jefe de la Fuerza Aérea Ecuatoriana), el perito tenía que tomar precauciones para cumplir a cabalidad su trabajo; pues por su experiencia podía presumir alguna anomalía futura, como efectivamente ocurrió con la desaparición de la tercera parte de su informe pericial en el Ministerio de Justicia. Sin embargo, suponemos que tendría copias almacenadas en sus computadora, pendrive, celular, etc., utilizados. Dicha pérdida se originó en cuanto dio presunciones de quiénes eran los autores intelectuales del delito.

La Corte Constitucional obligó al Gobierno nacional a reconstruir el tercer producto pericial, disponiendo también que la Fiscalía y la Contraloría General del Estado cumplan con investigar la misteriosa ‘pérdida’; a la que tendrá que incluirse lo denunciado por la presidenta de la Comisión de Coordinación del referido peritaje en un canal digital. Esto servirá para establecer hechos y circunstancias del crimen, la responsabilidad de sus autores, considerando los elementos de convicción que serán evaluados y valorados en la etapa de juicio para que tenga eficacia probatoria; concluyéndose con el nexo causal entre la infracción y los procesados, de conformidad con el artículo 455 del Código Orgánico Integral Penal. El Gobierno nacional tendrá que recabar toda la información necesaria para dicho fin. El Estado ecuatoriano con una acción de habeas data, o una diligencia urgente, ante jueces argentinos, también puede obtener la parte del informe sustraído, conforme lo consagra el artículo 43 de la Constitución del Estado referido. (O)

Jorge Arámbulo Benavides, abogado, Guayaquil