Gobierno y ciudadanos, exijan, obliguen, a los enfermeros a mostrar bien a la persona que van a vacunar contra el COVID, cuando ponen el líquido de la vacuna en la jeringa, y volver a mostrarlo antes de pinchar. Y después de pinchar mostrar la jeringa ya vacía. Ciertos inescrupulosos han pinchado brazos solo con aire, sin el líquido de la vacuna. ¡Peligroso, cuidado!
Y, ¿por qué si hay colegios, universidades..., en nuestras parroquias, nos mandan obligados a vacunarnos a sitios bien lejos de donde vivimos?, muchos no tenemos carros, iremos en transporte público, con miedo al COVID y a rateros que se han multiplicado. (O)
Esthela Rojas, Guayaquil