Chistosos, ciertos vehementes pronunciamientos, causan hilaridad, causan carcajadas.
Señor presidente de la República del Ecuador, con determinados epítetos, legisladores quieren declararlo a usted no apto para regir los destinos de la patria, ¡inaudito! A varios ilustres mandatarios en el mundo los tildaban con el vocablo “locos”.
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Aquí en nuestro Ecuador, al cinco veces y gran erudito presidente doctor José María Velasco Ibarra, le apreciábamos, y le daban ese apodo; por lo tanto, señor mandatario Lasso, tómelo con orgullo y cuéntese entre esos grandes personajes.
Soy un hombre que en ocasiones me causan jocosidad ciertas ‘admirables’ personas, en especial los asambleístas, con sus chistes baratos.
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Seguramente el ocio hace elucubrar malas maneras; de sus profundos sueños se despiertan mal humorados, seguramente unos mal dormidos, otros con sueños atrasados y luego mal geniados.
Esta situación les hace elucubrar apelativos grotescos...; por ejemplo, sin ningún recato, pudor, se les ocurre ‘diagnosticar’ al señor presidente del país de demente..., de loco; leyendo estas sandeces, parecería estar contagiándome de la demencia senil de varios de aquellos, pero estoy lúcido, gracias a Dios; bendito sea. (O)
Carlos Aquiles Vicuña Prieto, Quito