Recuerdo la primera vez que lo vi cuando entré al salón de clases, su semblante serio, sus grandes lentes y bigote abundante le daban una apariencia de “profesor fregado”.
El tiempo me mostró que mi maestro, licenciado César Burgos Flor fue un profesor atípico en una institución donde reinaba la negligencia, fue una época donde ciertos docentes se ausentaba casi todo el año y calificaban según sus recuerdos si los rostros les eran conocidos ponían buena nota y si no, mala suerte. Pasaron los meses, los estudiantes lo fuimos conociendo y queriendo. No importaba si llovía o si hacía frío o si estaba enfermo, siempre iba a darnos clase y entregarnos sin egoísmos todo su conocimiento. Al final del año lectivo su boca esbozaba sonrisas cuando los estudiantes le dábamos motivos de orgullo, y también fruncía el ceño a quienes no les gustaba trabajar. Lo veíamos caminar por el centro de Guayaquil. Salía a observar a la gente, a la biblioteca o sentarse en cualquier cafetería para escribir.
El camino de la escritura es difícil, para qué escribir si la gente no lee, para qué escribir si con esto no se gana mucho dinero; sin embargo mi profesor me alentaba con una frase determinante “usted simplemente escriba”. Su muerte me causa nostalgia y un profundo agradecimiento. Fue redactor de las revistas Vistazo y La Otra, periódico La Razón, y escritor de cartas en Diario EL UNIVERSO, su última carta publicada con título “Infórmense electores”, se publicó el 2 de diciembre de 2020, daba consejos para elegir bien en febrero de 2021. Fue rector del Colegio Fiscal Camilo Destruge, miembro del Círculo de Periodistas del Guayas. Su mejor legado,es la inclinación a la escritura que sembró en sus estudiantes de periodismo. (O)
Wendy Nathaly Zambrano León, Guayaquil







