Celebramos el 14 de noviembre el Día mundial de la diabetes, aunque en nuestro país mejor iría el término se conmemora, ya que no hay nada que celebrar.
¿Sabían ustedes que existe una resolución del Ministerio de Salud Pública en la que se compromete a la entrega de insulinas análogas y ‘tiras reactivas’ (pruebas de sangre) que se utilizan diariamente y varias veces al día para un correcto control de la diabetes, sobre todo la tipo 1 (DT1 / insulino dependientes) que es la diabetes causante de que nuestros niños y jóvenes tengan que depender de por vida de la insulina, y de no tener acceso a este medicamento pude producir la muerte? ¿Y sabían que si no se la trata de manera correcta la diabetes tipo 1 puede provocar daños permanentes en la visión, el corazón, los riñones, y otros órganos?
¿Sabían ustedes eso? ¿No verdad? Y los entiendo ya que solo quienes pasamos con nuestras familias esta condición de vida lo sabemos.
En mi caso, mi hijo tiene 10 años de edad y hace 2 nuestras vidas cambiaron, le diagnosticaron diabetes tipo 1, no sabíamos qué hacer, a quién recurrir luego de que estuvo hospitalizado; pero que el MSP (Ministerio de Salud Pública) no lo sepa, no lo entienda o no le interese, hay una gran diferencia: sí, esa resolución es letra muerta.
Mientras tanto las familias seguimos a la espera de que alguna autoridad tome cartas en el asunto, se compadezca, se empodere, le importe.
Qué suerte que existan en Guayaquil profesionales, y fundación, independientes, como Fuvida, adscritos a la Federación Internacional de Diabetes (IDF), que aportan con capacitación gratis a padres, campamentos de aprendizaje..., que deberían corresponder a los entes estatales, más aún si con nuestros impuestos se financian.
Conocimiento + capacitación + insumos = vida. (O)
Jorge Luna J., padre de familia, Guayaquil