Estamos obligados por una pandemia a trabajar y estudiar en un distinto escenario, el hogar. Llevar la ‘oficina’ y el ‘colegio’ a casa no es fácil si altera la vida, salud y economía familiar. Innovar, mejorar, solucionar, producir, dar afecto es lo que hacen unas personas para salir adelante.
Mary Donoso
Estar en la casa ahorra vestirnos, tener lista la ropa de la calle, el uniforme, salir, gasto del transporte..., para ir a la empresa de trabajo. Mas, llevar la ‘oficina’ al domicilio da de resultado una mezcla de tareas, horarios, días, problemas del trabajo, con las tareas, horarios, días, problemas familiares. Explotamos por atender a cualquier hora una llamada urgente de un jefe, un cliente cuando estamos en la cocina lavando los platos y por servir la comida; ayudamos a los hijos enfermos con las clases virtuales; estamos atendiendo al mensajero de la botica con las medicinas. Todo es importante, agota, tenemos que resolver enseguida, bien, ya que necesitamos del trabajo. Pasar con los hijos es bueno, da alegría, paz. (O)
Xavier Medrano
Hemos vivido una realidad diferente adaptándonos en los estudios y el trabajo, con lo negativo y positivo. Negativo, altos pagos de energía eléctrica, internet, en llamadas de celular y teléfono convencional; computadora prendida todo el día forzando el equipo; compra de celular y computadora más modernos para estudiar y trabajar; gasto en medicinas por estrés, cansancio, y en cosas de picar para comer viendo la computadora. Positivo, no estar en un local encerrado con mucha gente, no usar comedor y cocina de empresa, hay riesgo; no salgo de noche del trabajo, no me asaltan; cuido a mis padres. (O)
Juan Robles
Pensaba que en el departamento podía tomar una siesta algún día. No. Descansaba más en la institución donde trabajé y me quedé fuera de rol por la pandemia. Tenía recreos para almorzar, ver a compañeros, amigos, tomar café. En el departamento hago teletrabajo por iniciativa, vendo servicio de alimentos y estudio. Controlo poco el estrés. Si puedo, oigo música, voy donde mis abuelos. Trabajo más, me salen más ideas, quiero salir adelante. Estoy con dos perros, nunca tenía tiempo de mimarlos. (O)
José Ortoneda
El hecho de que los profesores dejan la mayor responsabilidad a los padres en cuanto a la capacitación de sus hijos, sin tomar en cuenta que la mayoría de ellos trabaja y no les es posible atender el trabajo en otro lugar o en casa, y a sus hijos en un mismo horario; y en otros casos sin contar con la tecnología y los dispositivos necesarios para sus hijos; o la tan ‘humanitaria’ ley del presidente los ha dejado sin trabajo, con la preocupación por la alimentación, el pago del arriendo, de las deudas, etc., sin contar con que algún familiar se haya enfermado de COVID-19, nos obliga a decir que el teletrabajo y las clases virtuales son mucho más estresantes que las presenciales, y ojalá no se incremente este estrés con una apresurada decisión de ordenar que asistan a clases los estudiantes, pues sería un verdadero caos. (O)