Por Víctor Hugo Alcívar Álava

Si no cambiamos de rumbo, es probable que nunca aprendamos. Debemos por tanto aceptar que tenemos que cambiar, explorando nuestros temores, definiendo la perspectiva del aprendizaje, logrando alcanzar un nuevo estilo que nos impulse a mejorar y lograr un alto desempeño personal. Debiendo reconocer que hoy hemos pasado del mundo de la enseñanza al del aprendizaje, donde antes lo importante era que el maestro estaba obligado a brindarnos sus conocimientos y nosotros a recibirlos para el mejor entendimiento posible, hoy ustedes deberán desear y con mucha voluntad posible imponerse, obligarse a pasar al aprendizaje, lo que es lo mismo pasar de la responsabilidad entregada al maestro para asumir cada uno su propia responsabilidad.

En la escuela nos enseñaron a aplicar los signos aritméticos: sumar (+), restar (-), multiplicar (x) y dividir (÷), pero en la vida práctica sumar y multiplicar agregan valor al ser humano por la interrelación entre ellos, lo hará posible hacer crecer para obtener mejores resultados, mientras que en la vida el restar y dividir son negativos al no agregar valor alguno a las personas.

Otra condición positiva en la vida es ir buscando la paz interior, que se logrará actuando y pensando en positivo, la que mantendrá a las personas con buena salud y con un sueño reparador, que se verá reflejado en un despertar con entusiasmo y ánimo para recibir el nuevo día. Saldrá entonces lo mejor, se fortalecerá la autoconfianza, ayudando a reconocer y amar las cualidades que llevamos dentro de cada uno, generando beneficios sobre sí mismo y para la sociedad.

Reconocer que las influencias negativas llevan a: perder la autoestima, disminuir la capacidad de elegir libremente; crear emociones negativas proyecta sobre otras personas sus carencias y debilidades, dificulta la comunicación con los demás y tener dificultad para dormir tranquilo, afectando tu cuerpo ya que: la ira debilita tu hígado, la pena debilita tus pulmones, la preocupación debilita tu estómago, el estrés debilita tu corazón, el miedo debilita tus riñones. Así que a velar por las emociones positivas, porque el amor trae paz y armonía, fortalece tu mente y cuerpo, la risa reduce el estrés y aumenta tu felicidad. Un intelecto limpio es el filtro de la mente, separa los pensamientos valiosos de los inútiles, permitiendo poner en práctica solo los más valiosos.

Estamos pasando por una pandemia y deberán comprender lo que es la resiliencia, para demostrar cómo enfrentar y superar una crisis, así como adaptarse a las nuevas necesidades de la Sociedad.

¿Cómo? No dejarse vencer, activando las habilidades en momentos difíciles; superar la tristeza, darse la oportunidad de recuperarse; controlar las emociones negativas, saber manejar la presión; aprender de los errores sacar provecho de ellos y vivir con sentido del humor, vivir en paz y con alegría.

Qué bueno sería cambiar de perspectiva para cambiar de actitud, adquiriendo compromiso con la familia, con la sociedad y decidirse por un buen comportamiento, son elementos vitales en la vida que acompañarán a tus aptitudes (conocimientos).

“Educar la mente sin educar el corazón, no es educar en absoluto” Aristóteles. Esto nos hace pensar que hay que trabajar en el corazón, con estas cinco aptitudes emocionales: autodominio, manejar afectivamente las emociones y los impulsos emocionales; confiabilidad, exhibir honradez e integridad y ser responsable del desempeño personal; escrupulosidad, responsabilidad en el cumplimiento de las obligaciones, ser organizado y cuidadoso en el trabajo; adaptabilidad, ser flexibles para manejar los cambios y desafíos, adaptando las reacciones y tácticas a las circunstancias; innovación, estar abierto a las ideas y enfoques novedosos.

Debemos estar conscientes del dominio de lo que pensamos, sentimos y actuamos porque así estaremos también conscientes de nuestras decisiones, que terminan en: decisiones cognitivas (pensamos + actuamos), decisiones afectivas (sentimos + actuamos), decisiones conscientes (cognitivo y afectivo), estas son buenas razones que impactan finalmente en buenos resultados.

Debemos reconocer que el saber escuchar es una condición necesaria de todo buen líder, hay que trabajarla desde ahora para tener una mejor comprensión, para esto nuestro Creador con su sabiduría nos dotó de dos oídos y una boca, para hablar menos y escuchar más. La escucha aplicada a la relación con los demás significa respeto y constituye una pieza fundamental e indispensable en la superación que te propongas en la vida.

Existe un valor agregado al coeficiente intelectual que lo hemos venido mirando desde siempre, para destacar como mejores a nuestros hijos, alumnos y profesionales, esta es la inteligencia emocional, sabiéndola manejar reconocerás que es el mejor camino para llegar al éxito.

Finalmente para llegar a la transformación, deberás cumplir con ética, principios y valores elementos que deben formar el sistema social y cultural, que conduzcan nuestras acciones presentes y futuras, para así convivir en una sociedad más justa.

Les transcribo un lindo pensamiento de Alfred North W que encaja muy bien de cara a todos los elementos aquí expuestos: “Competencia es la capacidad de actuar con sabiduría sobre la base de lo aprendido”. (O)