Pensaron que elegían a las personas apropiadas a las expectativas nacionales, pero lo que sucedió fue retornar a los abominables pactos y repartos, habiendo entregado a lo más despreciable de la politiquería, áreas sensibles como la eléctrica, salud publica, los sagrados recursos del IESS, etc., donde se han dado los negociados más infames aprovechando el dolor y la desgracia que vive el país con esta cruel pandemia.
Increíble que no les preocupe el juicio de la historia que los ubica como uno de los peores del país, por los pactos absurdos con lo peor de la política ecuatoriana. (O)
Anabel García Chóez, Jipijapa