Si bien lo que estamos viviendo hoy no tiene comparación, hace 20 años Ecuador soportó una gran crisis económica y social que resultó en cierre de bancos, la pérdida de ahorros de muchos ecuatorianos y una ola migratoria que desintegró muchas familias y hasta el día de hoy tiene consecuencias. Pero en ese panorama triste hubo personas que encontraron oportunidades y emprendieron negocios. Surgieron los cibercafés para que las familias mantuvieran contacto con los que habían salido del país, años después las remesas se convirtieron en uno de los principales rubros de ingresos de Ecuador, hubo un auge de la construcción en provincias como Cañar y Azuay, y la gran comunidad de ecuatorianos radicados principalmente en EE.UU., España e Italia se convirtió en el mercado para productos ‘nostálgicos’, como enlatados de platos típicos, e incluso el público de cantantes ecuatorianos que hicieron giras en el extranjero para atender esa demanda.

En una situación que nadie esperaba ni deseaba, lo que queda es analizar las nuevas características del mercado, identificar nuevas necesidades y oportunidades o, dicho de otra manera: innovar.

Hoy tendrán que repensarse todos los negocios que implicaban cercanía física, tendremos que aprovechar las plataformas digitales para identificar nuevas audiencias y explorar métodos de pago en línea. Según reportó diario EL UNIVERSO, desde que se decretó la restricción de movilidad por la pandemia, el número de pedidos de alimentos y medicinas a domicilio a través de app y sitios web pasó de cien a mil por día. Y esto no solo se debe al aislamiento. El comercio electrónico pasó de mover $646 millones en 2016 a $1500 millones en 2019, entonces claramente algunos hábitos de consumo están cambiando.

En la nueva fase de distanciamiento, los emprendedores tendremos que ajustar la comunicación para que las distintas audiencias digitales nos escuchen, porque no es lo mismo promocionar nuestros productos en Instagram que en Facebook o Linked-in. Es hora de adaptar nuestros productos y nuestros mensajes para que sean más atractivos tomando en cuenta que la población probablemente estará más consciente del cuidado de su salud, pero que no tendrá mucho dinero.

Quienes estamos en el sector bananero sabemos que debemos explotar la ventaja diferencial de esta fruta que es económica y tiene alto valor nutricional, pero también tendremos que ser creativos en la elaboración de productos derivados del banano para conquistar a nuevos nichos de mercado. Y para pisar fuerte en esos nuevos mercados requerimos de acuerdos comerciales para ser más competitivos.

Un buen ejercicio para los emprendedores es investigar qué hicieron los emprendedores chinos durante la cuarentena. En un reporte de Harvard Business Review destacan algunos ejemplos. El productor líder de fideos instantáneos Master Kong se anticipó al desabastecimiento y concentró su esfuerzo en su plataforma de comercio electrónico y pequeños locales.

Otro ejemplo exitoso es el de la empresa de cosméticos Lin Qingxuan, que se vio obligada a cerrar el 40 % de sus tiendas durante la crisis, incluida todas sus tiendas en Wuhan. Sin embargo, la compañía redistribuyó a sus más de 100 asesores de belleza de esas tiendas para convertirse en asesores en línea que aprovecharon las herramientas digitales, como WeChat (el WhatsApp chino) para involucrar a los clientes virtualmente e impulsar las ventas en línea. Como resultado, sus ventas en Wuhan lograron un crecimiento del 200 % en comparación con las ventas del año anterior.

Por último, la red social de videos Kuaishou, valorada en $28 000 millones, promovió la oferta de contenidos educativos virtuales para compensar el cierre de escuelas y universidades. La plataforma se asoció con el Ministerio de Educación y abrieron, en conjunto, "un aula nacional" en la nube.

Para afrontar la era pos-COVID-19 debemos desarrollar nuevas habilidades, adquirir nuevos conocimientos, identificar potenciales mercados e investigar cómo podemos innovar. (O)

*José Antonio Hidalgo es director ejecutivo de la Asociación de Exportadores de Banano del Ecuador (AEBE).