Ecuador con sus últimos gobiernos viene maniobrando una política de dilapidación económica, con fines de promoción política de tipo electoral. Situación que aunada a fenómenos económicos externos han consumido su capacidad de reacción. Ante esta situación el Gobierno Nacional adopta una estrategia de bálsamo económico, en la cual las medidas adolecen de coherencia, inteligencia y sostenibilidad. No abordan ni las causas ni los efectos globales.

Jonathan Dawson sostiene que la realidad es que los gobiernos, que esperan ser reelegidos cada cuatro años, no van a tomar las decisiones estructurales que en realidad son necesarias para responder a la naturaleza del problema. Casi por definición, las personas dentro de esos partidos están totalmente absortas en ese sistema que hay que cambiar. Son parte del sistema que está causando la crisis. El mundo, con pocas excepciones, carece de gobiernos éticos, sostenibles y probos. La pregunta clave es: ¿Los pueblos somos fiel reflejo de estos gobiernos o somos sus rehenes? (O)

Carlos Efraín Montúfar Salcedo,

Quito