En la edición del 6 de diciembre del año pasado, la revista Vistazo incluyó un artículo de investigación concluyendo que la empresa estatal Flopec EP perdió cerca de USD 78 millones durante los ejercicios fiscales de los años 2017 y 2018, revertiéndose esa tendencia en el 2019. También se menciona que Flopec EP constituyó empresas en la ciudad de Panamá, que son dueñas de nuestros buques y que navegan por el mundo aparentando ser de bandera panameña. Esta empresa es el más claro ejemplo del manejo político nefasto de empresas del Estado durante el régimen del correato.

El 13 de agosto de 2015, bajo el título ‘¿Otra probable venta de bandera?’, me referí a ese tema y cuyo contrato firmado en idioma inglés era lesivo a los intereses ecuatorianos, que favorecía a ST subsidiaria de una multinacional y que no habría sido autorizado por el directorio de la estatal naviera, entre otras denuncias. El señor Danilo Moreno, exgerente de Flopec EP, tuvo la gentileza de invitarme para aclarar lo expresado en mi artículo. Ese gesto se convirtió en agresividad cuando le mostré la copia del polémico contrato, solicitándome la fuente de dicho documento. Ante mi negativa, me amenazó con acudir a Inteligencia Militar para obtener su objetivo. Fue el inicio de un enfrentamiento de poder. El expresidente Correa era su padrino. A la salida de Moreno, hace poco tiempo, fue reemplazado por el Ing. Fernando Larrea, quien fue su asesor principal y brazo derecho en calidad de asistente comercial de la estatal, evidenciándose un continuismo perjudicial a los intereses del país. Es decir, funcionarios del Gobierno anterior han sido promovidos y auspiciados en el actual régimen. Lo ocurrido en Flopec EP es el mejor ejemplo. Larrea fue enviado a Miami por Moreno para realizar sus prácticas en las oficinas de una naviera chilena, con la misma que luego firmó un convenio de transporte de crudo. Interesante ”reciprocidad”.

En el régimen anterior, Flopec EP fue encargada de edificar la terminal gasífera de Monteverde. En la inauguración de la obra, Correa dijo que se había construido a un precio y tiempo mayor al estipulado. Luego, como premio, se les encargó la importación de GLP, que le correspondía a EP Petroecuador. A pesar de eso, los funcionarios de Flopec EP se mantuvieron en los cargos y actualmente son reciclados al mejor estilo correísta. Se hizo tabla rasa de la ley.

El sector oficial habla mal de los paraísos fiscales, prohíbe a los funcionarios públicos poseer cualquier tipo de interés en aquellos, los califica de “facilitadoras de la corrupción”, pero el mismo Estado acude a esos paraísos para abrir compañías, entendiéndose también abrir cuentas e incluso cobijar bajo el pretexto de bandera los bienes que le pertenecen al Estado ecuatoriano, es decir, a nosotros. ¿Significaría que lo que es malo para los funcionarios públicos es bueno y positivo para las empresas públicas? ¿Cómo entender este absurdo e incoherente comportamiento oficial? ¿Qué opinan quienes conforman el Directorio de Flopec EP? ¿Quién comparte la propiedad de esos bienes con nuestro país de esas empresas panameñas? ¿Cómo funciona su administración? ¿Es de carácter público o privado la constitución de esas empresas en Panamá? ¿Cómo se las controla? ¿Cuál es el soporte legal que ampara esa práctica? Suenan contradictorias y enigmáticas. (O)