Un buen líder tiene que tener la capacidad de pensar, escuchar, hacer, medir, comunicar y volver a hacer.
Ecuador enfrenta actualmente su propia batalla, en un periodo caracterizado por la violencia y la incertidumbre.
Me he planteado la siguiente interrogante: ¿vive Ecuador un cambio de ciclo en la política? Creo que sí.
El ecuatoriano se enfrenta a la tarea de elegir a aquel que pueda satisfacer sus demandas.
Estas disputas no son nuevas, por años han sido la tónica de nuestra política, solo que la recurrencia de la misma hace que el ciudadano se interese menos.
Sobre Ecuador se ciernen varias amenazas de todo orden.
En el caso de nuestro país, vemos un gran desinterés, por ejemplo, por la pobreza y el hambre, en los sectores urbanos y rurales.
El sector lechero no va bien hace algún tiempo, existen serios problemas en la comercialización de leche que no es nuevo...
Anuncian una consulta popular, gran oportunidad para que los ciudadanos tomemos este espacio como propio.
La calle resquebrajó la jerarquía que sostiene el sistema de las sociedades civilizadas y anuncia la llegada de un nuevo orden.
Finalmente, la gobernabilidad está en la calle de la mano de los ciudadanos. Para esto se necesitan soluciones colectivas, es decir para todos.
El Gobierno está llamado a concertar un gran pacto por la agricultura y ganadería de la mano de los productores del país.
Lo que sí es viable, y lo que cabe al momento, es el reenfoque y un llamado a un Pacto Nacional, el cual debe ser bien comunicado.
Productores y exportadores de esta fruta deben tomar acciones en cohesionar su gremio y proponer soluciones coherentes.
El Gobierno decide si juega en el terreno al que lo invitan o si traslada la disputa al terreno de la ciudadanía.
A finales del siglo XX, la adopción de políticas de identidad pasó a ser parte de la agenda de la izquierda.
Un sector agrícola formal es un objetivo a alcanzar y permitiría atender con crédito adecuado y oportuno al agricultor...