Definitivamente los beneficiados del buen vivir no somos todos los ecuatorianos, y muchas veces los extranjeros son los que lo logran.
Leo en el periódico que el australiano que fue huésped impuesto a la fuerza en nuestra embajada de Inglaterra, para su manutención y pago de caprichos hemos gastado $ 7 millones, lo que casi ha gastado el Gobierno para construir 249 viviendas sencillas para personas de escasos recursos. Se beneficiaron 249 familias que si lo multiplicamos por 5, serían 1.245 personas que han alcanzado tener casa propia. ¿Qué corona tenía el australiano?, ¿qué sabrá que no importó malgastar el dinero de los ecuatorianos en mantener a un mal agradecido? Algún día lo sabremos. Otro extranjero, un argentino, pidió un préstamo a Cofiec y se lo dieron con una facilidad sin garantías, pero si los ecuatorianos queremos un préstamo en Cofiec o en cualquier otro banco, y lo digo por experiencia, nos piden tantos requisitos hasta el papanicolaou, para decirnos que no aplicamos.
Tenemos una representante en la ONU que no nos representa, cuya manutención de un año nos costará más de medio millón de dólares, y tiene que enfrentar un juicio y sus declaraciones las va a hacer cómodamente desde su oficina en Nueva York por videoconferencia. Qué derroche, cuando en las cárceles tenemos un hacinamiento de presos, en condiciones de insalubridad comiendo comida asquerosa, sin agua y sin baños suficientes porque no hay dinero. Y qué me dicen del que vive en Bélgica, que por miedo a enfrentar sus errores también declara por videoconferencia, mientras en nuestro país por quítame estas pajas te meten hasta por años en la cárcel, hasta que demuestres tu inocencia, porque la justicia no funciona. No me podía olvidar del sueldo de los internos de medicina, casi médicos, no imaginan el trabajo que hacen agotador sin descansar sin dormir, y seguir en continua formación; por qué no le bajan el sueldo a los burócratas, ministros, asambleístas, asesores, prefectos, alcaldes, consejeros y concejales que si quieren, trabajan en su oficina con aire acondicionado o se van de paseo. Por qué no quitan los sueldos ad honorem de por vida a expresidentes y exvicepresidentes que muchas veces ni terminaron sus mandatos. El Gobierno prometió una cirugía mayor contra la corrupción, iba a buscar el camino del dinero mal habido y hacer que lo devuelvan, y hasta ahora nada. Como cirujana me imaginaba que iban a cortar todas las cabezas, pero no, la corrupción sigue con las mismas caras o con otras, porque sus tentáculos son grandes que inundan nuestra nación.(O)
Marcela Yépez Intriago,
cirujana plástica, Guayaquil