El primer médico en la historia fue Imhotep, fundador de la medicina egipcia, que gracias a los papiros que encontró Edwin Smith se conoció acerca de las curaciones, dolencias y observaciones anatómicas escritas en el año 1700 a. n. e El papiro contiene las primeras descripciones de las suturas craneales, de las meninges, de la superficie externa del cerebro, del líquido cerebro espinal y de las pulsaciones intracraneales, también tiene un total de más de 200 diagnósticos y tratamientos y 90 términos anatómicos. Los trabajos de este galeno influyeron en el sabio griego Tales de Mileto y en Hipócrates, que vivieron un tiempo en Egipto y conocieron la medicina de ese país.

En el inicio de la carrera universitaria, el médico está dedicado a estudiar el funcionamiento del cuerpo humano, el resto de asignaturas tienen como objetivos aprender a identificar enfermedades para el diagnóstico y tratamientos básicos y de especialidades, prevención y control epidemiológico, educación en ciencia y tecnología a través de la investigación aplicada, como impacto para bienestar del enfermo y de la salud pública. Estudios observacionales y experimentales mediante ensayos clínicos a base de medicina basada en evidencias es fundamental para el desarrollo de sus conocimientos y formación profesional. Al terminar sus estudios universitarios, el médico realiza su internado rotativo como práctica clínica y quirúrgica en diferentes centros asistenciales, lo que le significa un costo en traslado, alimentación y vivienda, al igual que para poder ejercer su profesión deben de realizar la Medicatura rural en plazas asignadas por el Ministerio de Salud Pública.

Hoy en día están discutiendo las autoridades de turno disminuir el salario del interno rotativo y del médico rural, cuando el sacrificio económico de estudios académicos en medicina es uno de los más caros dentro de las carreras universitarias. Los médicos ecuatorianos merecen respeto y dignidad profesional y no desvalorizar una profesión tan ética y sacrificada, el médico en internado y en la rural pasa madrugadas en urgencias, acostumbrados a los heridos y a la sangre, ejerciendo su profesión con responsabilidad y sacrificio, con alegría cuando ayudan al paciente en sus dolencias, partos o cirugía y tristeza cuando llegan en situaciones graves irremediables. En la actualidad, los médicos recién graduados se sienten devastados, cabizbajos por cuanto quieren disminuir sus honorarios desvalorizando su profesión, el gobierno no debe disminuir los haberes económicos que venían percibiendo años anteriores. No es justo que un profesional que ha dedicado la mayor parte de su vida capacitándose, al final de su carrera se sintiera menospreciado por la decisión de funcionarios públicos que desmerecen la profesión médica tan valiosa. Deben tener en cuenta las autoridades que la vida de todo ser humano depende en gran medida de la capacidad y respuesta de la asistencia de un médico asistencial, que como dijo Hahnemann, XVIII “no existen enfermedades sino enfermos”, que como el médico Hipócrates manifestó: “Homo sum, humani nihil a me alienum puto” (Soy humano, y nada de lo humano me es ajeno). (O)