En el 2014 EL UNIVERSO me publicó una explicación técnica de cómo deberían ser los parterres en la vía a Samborondón para mejorar la circulación vehicular, y esta sirve para el resto de vías similares en el país. Pueden ver el gráfico en https://www.eluniverso.com/noticias/2014/11/20/nota/4245076
/no-embotellamiento.
Diario EL UNIVERSO publicó la semana pasada cartas sobre este tema y dos reportajes, en uno entrevistó al gerente de la Autoridad de Tránsito de Samborondón (ATS). Me veo en la necesidad de aconsejar nuevamente porque lo que están haciendo en los parterres es “casi” bien, y esto hace que no se den los resultados esperados. La ciudadanía piensa que si se construye más angosto el parterre para tener más carriles, va a fluir mejor el tránsito pero eso causa congestionamiento. Cuando una vía está bien diseñada, los carriles izquierdos son para fluir libremente y a mayor velocidad. En la vía a Samborondón es lo contrario. El concepto consiste en que el parterre central sea ancho (12 metros) y no como lo han hecho ahora por sectores, ocasionando que el tráfico vaya zigzagueando. El concepto es para que el auto vaya a 90 km/h por el carril izquierdo y si quiere retornar, ingresa a esa velocidad (sin detener al que viene detrás) al carril metido al parterre central, 400 metros antes del retorno, y en esa metida a la izquierda recién comienza a bajar la velocidad hasta 20 km/h. Gira en U (sin haberse detenido) dentro del parterre de 12 metros y acelera en los 400 metros del otro lado hasta alcanzar los 90 km/h, que es la velocidad a que van los otros vehículos, para luego incorporarse hacia la derecha al carril normal sin molestar a los que vienen. Es importante que los carriles de desaceleración y aceleración (dentro de los parterres) sean largos, no como los han hecho actualmente que con pocos vehículos se llenan y obstruyen a los que vienen a velocidad en el carril izquierdo, y en ese momento se ocasiona el caos porque el que no quiere virar en U trata de irse a la derecha para no detenerse con el de adelante. Un ejemplo de que los diseños de vías no cumplen bien el concepto, es la nueva vía a Ciudad Celeste: al querer virar en U para ir a plaza Batán, el carril izquierdo que está metido en el parterre es tan corto que al llenarse el carril con pocos vehículos, obstaculizan el carril izquierdo de la avenida y se arma caos. Ese problema es en todas partes. Los retornos en la vía a Samborondón no deben ser tan seguidos sino por lo menos cada 1,5 kilómetros y sin semáforos. Para que los peatones crucen, se instalan semáforos con pulsadores para que ellos los accionen; tendrán un temporizador para que se detenga el tráfico pero no podrá volver a detenerse hasta después de 3 minutos. Los parterres anchos funcionan perfecto en la vía a la costa, pero se cometió el error de hacer los carriles de desaceleración y aceleración muy cortos, y los vehículos antes de ingresar al carril de giro comienzan a bajar la velocidad, perjudicando a los que vienen atrás. En esa vía hay un tráfico intenso como el de Samborondón y solo son tres carriles por cada lado, pero el tráfico fluye perfectamente. En la vía a Samborondón pueden quedar tres carriles por cada lado y las cosas mejorarían.(O)
Aldo Vinicio Faidutti Navarrete,
industrial, avenida Samborondón