Pregunta importante. Qué es lo mínimo razonable… para ajustar al Estado… perseguir la corrupción… tener instituciones realmente independientes de largo plazo… mejorar la Seguridad Social… alcanzar un acuerdo con el FMI… de verdad mejorar la educación… crecer… lo mínimo refiriéndose al entorno político, la capacidad de decisiones y operativa del Gobierno, lo que la sociedad está dispuesta a aceptar. Al final, lo que observamos es el equilibrio alcanzado con base en los diferentes “empujes” de la sociedad, eso es lo que los ecuatorianos en conjunto (pero no necesariamente cada uno por separado) hemos construido y aceptamos. Sobre ese equilibrio hay al menos dos preguntas. Una, ¿es un equilibrio que realmente nos satisface? Dos, si queremos mejorarlo, ¿cómo hacer?

Quisiera centrarme en el equilibrio laboral. Globalmente, no podemos estar satisfechos. Hay apenas 40% de empleos adecuados, los demás son más o menos malos. Los empresarios se quejan de la rigidez laboral y de los altos costos. Los trabajadores formales (menos de la mitad), quizás de una u otra manera, son los más satisfechos (o menos insatisfechos) porque tienen un empleo, aunque el salario no sea tan elevado. Y el 60% informal y/o inadecuado está insatisfecho por el salario y las condiciones de trabajo inestables.

Si queremos mejorar necesitamos un shock de inversión, crecimiento y productividad. Responsabilidad empresarial. Solo esto permite de manera real aumentar los sueldos, pero eso requiere ajustes en el mercado laboral, que sería el primer beneficiado pero que a su vez debe ser inicialmente reformado (el círculo del huevo o la gallina). ¿Temas por discutir?

Uno, el salario básico es demasiado alto para ciertas categorías, jóvenes, personas con baja calificación profesional. Una microempresa no puede contratar por un costo total de casi 600 al mes. Es mejor tener un empleo completo por 400 y empezar a capacitarse que no trabajar.

Dos, los costos de despido. La barrera a la salida es una barrera de entrada (¡usted no entra donde va a quedar atrapado a la salida!). Sin duda, los trabajadores deben ser ayudados cuando pasan de un empleo a otro, sobre todo en términos de capacitación. Pero la carga no puede ser enorme porque el empresario no lo hace de mala fe, sino porque las circunstancias le obligan (incluso un empresario “mala gente” no contrata solo para “tener el gusto” de despedir).

Tres, la flexibilidad. Debe poder contratarse por horas, modificar horarios de manera razonable (obviamente a alguien no se le puede mandar a su casa y hacerle volver cada dos horas), adaptar puestos de trabajo etcétera.

Cuatro, la jubilación patronal. Carga enorme para las empresas y por eso acaban despidiendo a la gente antes de los 20 años. Para que los trabajadores tengan jubilación, directa o indirectamente pagan impuestos, aportan al IESS, pagan el 15% de utilidades. Esto debe entrar en el paquete de reforma integral de la Seguridad Social.

Cinco, la empresa debe tener la visión de que trabajadores más comprometidos, mejor pagados, que sienten que se comparte de manera justa (aunque sea subjetivo) el fruto de los esfuerzos, son buenos para todos. ¡No siempre es así!

… Y más… ¿Podemos? ¿Cuál es el mínimo razonable?(O)