En este mundo globalizado, una buena marca país es clave para obtener financiamiento e inversión extranjera. La marca país “Ecuador” –en este caso– es análoga a la de una empresa; debe ser valorada en el mercado, en relación con la industria en que compite. Es decir, el país debe ser competitivo ante sus vecinos con características comunes como idioma, religión o cultura que, además, exportan similares productos u ofrecen comparables oportunidades para negocios.

Este artículo es un resumen del análisis “Ecuador, un país competitivo”, que lo compara con los países fundadores de la Alianza del Pacífico (AP), como México, Colombia, Perú y Chile, en la que recientemente Ecuador solicitó su inclusión. Utilizamos información de varias fuentes, principalmente del Índice de Competitividad Global (ICG) 2018, publicado por el Foro Económico Mundial; del Reporte Facilidad para Hacer Negocios (FHN) o Doing Business 2019 elaborado por el Banco Mundial; e informes del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) 2018, como “Mejor gasto para mejores vidas”.

El ICG es un índice compuesto de 12 pilares, que evalúa cómo compiten los países en mercados globalizados; según este, la competitividad es el conjunto de instituciones, políticas y factores que determinan el nivel de productividad de una economía. En el ranking 2017, Ecuador se ubicó en el puesto 83 entre 137 países, mientras que en 2018, su posición bajó a 86 entre 140. Chile es el mejor ubicado, 33. Le siguen México, 46; Colombia, 60; y Perú, 63.

Los principales parámetros del ICG 2018 observados son el PIB per cápita para Ecuador, Colombia y Perú es similar, con un promedio de US$ 6.400; Chile es 2,4 veces mejor, US$ 15.070; y México es 1,5 mayor que el promedio, US$ 9.304. La Inversión extranjera directa es la más baja para Ecuador: 0,8% del PIB, cuando en los otros países se encuentra entre 2,7% y 7,1%. Según el ICG de 2017, para Ecuador fue de US$ 820 M, México US$ 31.025 M, Chile US$ 19.688 M, Colombia US$ 13.707 M; y, Perú US$ 8.817 M.

Otro reporte clave para analizar las ventajas de nuestra inclusión a la AP es Facilidad para hacer negocios 2019, que elabora el Banco Mundial desde 2003. En él se incluyen 11 áreas de regulación: facilidad para hacer negocios, apertura de un negocio, manejo de permisos de construcción, obtención de electricidad, registro de propiedades, obtención de crédito, protección de inversionistas minoritarios, pago de impuestos, comercio transfronterizo, cumplimiento de contratos; y, resolución de quiebras. En el ranking FHN 2019 estamos 123 entre 190 países. Podemos observar también que México es el mejor clasificado: 54; Chile, 56; Colombia, 65; y Perú, 68.

El aspecto más relevante en el análisis regional es que para ser competitivos debemos enfocarnos en mejorar las calificaciones frente a los mejores países, en particular el parámetro obtención de crédito. Comparados con los líderes, estamos mal calificados, tenemos un puntaje de 112 entre 190 países, mientras México tiene 8, Colombia 3, Perú 32; y, Chile 85. Adicionalmente, la economía debe crecer al menos al 5% anual; creando condiciones para reducir la tasa de interés activa, se impulsará la demanda agregada y, consecuentemente, el crecimiento del PIB, en especial con créditos para construcción, comercio e industria. El crecimiento económico creará fuentes de trabajo e incrementará la recaudación tributaria.

En política fiscal, ningún gobierno debería pedir sacrificios tributarios a sus ciudadanos, subir los precios de los combustibles o los aportes a la seguridad social, cuando el gasto público en los últimos años ha sido el más alto de Latinoamérica, con un promedio de 40% del PIB, malgastando dinero sin la debida rendición de cuentas.

En vez de subir el IVA (existen rumores de incrementarlo) se recomienda bajarlo al 10% por un año como medida anticíclica, para estimular la demanda agregada. Otras medidas serían devolver automáticamente de manera total o parcial el IVA en compras que realicen turistas extranjeros, eliminar la retención del 100% del IVA a los exportadores en compras locales e implementar un día al año “0% IVA” para estimular el comercio local y el turismo.

Hay que evitar el despilfarro. El BID en su informe Mejor gasto para mejores vidas 2018 revela cómo en Latinoamérica se “malgasta o desperdicia” hasta el 2,6% del PIB en compras públicas. Esto significaría que en Ecuador se malgastarían –aproximadamente– hasta US$ 2.600 millones anuales en promedio.

La Inversión extranjera directa, motivada por la Ley de Fomento Productivo, podría volver a confiar en el país. Grandes empresas vendrían con nuevas tecnologías para exploración petrolera y minera, otras como Google y Amazon traerían plataformas e infraestructura que permitirían que algunas Pymes se conviertan en micromultinacionales, incrementando las exportaciones no tradicionales.

La dolarización debe ser mantenida, porque en 18 años ha significado más beneficios que desventajas para Ecuador. En el primer trimestre 2019, el Gobierno puede tomar acciones complementarias a las tomadas en materia de eliminación de subsidios para mejorar la caja fiscal: bajar el IVA, facilitar la reducción de tasa de interés activa para impulsar el crecimiento económico –que mejoraría las recaudaciones tributarias–, y de ser factible, realizar concesiones o venta de empresas públicas no rentables.

La marca país mejorará en el 2019, siempre que mejore nuestro flujo de caja, con una estrategia para renegociar la deuda a mayores plazos y mejores condiciones, para evitar caer en suspensión de pagos. Según el US Energy Information Administration, en 2019 se espera que el precio del petróleo WTI se mantenga en un promedio de US$ 54 por barril; de fallar la proyección, los ingresos podrían ser compensados incrementando el volumen de producción.

Es momento de reinventar el país, liderando un acuerdo nacional que convoque a las mentes más brillantes del sector público y privado, para sentar las bases del Ecuador 2019-2030, cuyo objetivo principal será estar entre los países más competitivos de la región del Pacífico. Una vez mejoradas las calificaciones en el ICG y FHN, ubicándonos entre los primeros 50 lugares, en ambos reportes, lograremos la meta de ser una mejor marca país siendo un buen sujeto de crédito y atrayendo la inversión extranjera. (O)