En el Congreso de 1997 se expidió la Ley para Estimular y Controlar la Producción y Comercialización del Banano, para posteriormente expedir dos leyes reformatorias a la anterior.

En el Registro Oficial Nº 315 del 16 de abril de 2004 se publicó la codificación para estimular y controlar la producción y comercialización de banano, plátano y otras musáceas afines destinadas a la exportación. En el Registro Oficial Nº 351 del 29 de diciembre de 2010 se publicaron las reformas introducidas a través del Código Orgánico de la Producción, Comercio e Inversiones, a la codificación de la Ley para Estimular y Controlar la Producción y Comercialización del Banano, Plátano y otras musáceas afines destinadas a la exportación, específicamente en la disposición general séptima y en la disposición reformatoria décima. Mediante decreto ejecutivo Nº 818 publicado en el Registro Oficial Nº 499 del 26 de julio de 2011, se expidió el Reglamento a la Ley para Estimular y Controlar la Producción y Comercialización del Banano, Plátano (barraganete) y otras musáceas afines destinadas a la exportación. En las leyes mencionadas y refiriéndome a la que ha sido aprobada en primer debate en la comisión especializada permanente de la soberanía alimentaria y desarrollo del sector agropecuario y pesquero, se trata sobre los precios mínimos de sustentación, sanciones..., en fin, se hace referencia a la cadena de intervinientes en el mundo de este negocio que se vuelve más competitivo, complejo, para el productor y el exportador o comercializador; hay ocasiones que las exigencias de calidad son extremas de acuerdo a las características de la caja y al mercado de destino.

El consumo mundial de banano va en aumento. Seguiré sosteniendo que la agricultura es el futuro del país y el futuro de la agricultura es la agroindustria. El banano a más de exportarlo en su estado natural, debe de industrializárselo fomentando plantas de producción de derivado de banano. Es inminente que el Estado y la empresa privada, a través de organismos competentes, constituyan un instituto para el desarrollo y monitoreo de las bananeras. No contamos con laboratorios para estudiar o crear una variedad de cepa de origen nacional adaptada a nuestro clima y al suelo en que se la siembra. Las variedades que están en producción han sido estudiadas y desarrolladas en países donde no se siembra banano, pero nos venden las plántulas desarrolladas en sus viveros; lo cual es inconcebible y vergonzoso. Y si nos remitimos a la media de producción nacional, estamos fuera del rango de los estándares internacionales, cuando en otros países el piso de producción es sobre las 3.000 cajas por hectárea año, y aquí en el mejor de los casos alcanza a las 1.850 cajas, ya que no llega la asistencia ni transferencia de tecnología y correcta aplicación de insumos para volatizar la producción.(O)

Carlos Emilio Pérez Weisson,

abogado, Guayaquil