En noviembre ocurrió un accidente de tránsito –hace unas semanas– uno más en esta larga trayectoria de muertes, causado por la gran irresponsabilidad, compartida por ciertas autoridades y choferes.

El transporte público que se incendió y cuyos pasajeros murieron carbonizados –no había forma de reconocerlos, a no ser por los exámenes de ADN– fue otra crónica de las muertes anunciadas, porque se ha permitido desde hace años que en estos transportes pongan entre el chofer y los pasajeros una pared de vidrio con papeles adheridos; no se ve nada de lo que sucede adelante, esto es lo que hacen el chofer y su ayudante. Los pasajeros van encerrados y con un picaporte puesto desde afuera. Si un pasajero quiere comunicarse con el chofer o el ayudante, tiene que tocar esa puerta y ellos son los que abren. Detrás del chofer, hay un espacio que lo ocupan como cama. Claro, se supone que los pasajeros no los ven. Tampoco podemos ver la velocidad a la que va el bus. Esto viene pasando hace años. No digan que las autoridades no han visto esto. Increíble.

Claro, al incendiarse el vehículo, cuál será la desesperación de todos los pasajeros, al no poder salir del bus. Sino expliquen por qué los pasajeros del bus que se incendió no pudieron salir. Esto no lo he visto publicado en noticias, como una causa de la muerte horrible de esas personas.

¡Qué pasa con las autoridades! ¡Qué poder tienen los transportistas que hacen lo que les da la gana. Y luego dicen que no salen a matar! Accidentes hay por montones.

¿Y los taxistas? También creen que la ley es una para ellos. Les parecen muy caras las multas y exigen que para ellos la ley sea diferente. La solución es que manejen con respeto  las leyes, eso es todo. ¿Y el asunto los taxímetros?, eso es otra historia, pero de la misma gente, tiene corona.

¡Qué pena que los responsables de transportar personas no quieren reconocer la gran responsabilidad que tienen, al conducir. Opino que en primer lugar está el bien común de todo el pueblo de este país, y luego lo que exija cualquier gremio o como se llame.(O)
Miriam Álvarez de Santos, Guayaquil