Al hablar de los prejuicios basados en el género, se suele reclamar igualdad. Muchas voces disienten de esta postura y prefieren buscar equidad. En esto debemos reflexionar dentro de los hogares y en los centros educativos, pues el empoderamiento del varón en detrimento de la mujer se construye desde la niñez: la niña ayuda en los quehaceres y el niño sale a jugar; la mujer se ocupa del cuidado de los niños y la limpieza antes de salir a trabajar, mientras el hombre lee el periódico o ve la televisión.
La violencia sexual es otra carga tremendamente fuerte que resisten las niñas. De acuerdo con el Ministerio de Educación, nueve de cada diez niñas de entre 10 y 14 años que tuvieron relaciones sexuales lo hicieron con personas mayores a ellas. Al quedar embarazadas abandonan los estudios y casi indefectiblemente estarán condenadas a la pobreza y la ignorancia con su hijo.
El Día Internacional de la Niña se celebra el 11 de octubre, y este año ONU Mujeres lo centra en el tema ‘Con ellas: una generación de niñas preparadas’. Al proteger a las niñas, invertir en su educación y en el desarrollo de sus habilidades para que logren todo su potencial, se está trabajando en bien de la humanidad. Las prácticas sociales que con la replicación del ejemplo arrojan una situación de desventaja de la mujer en la sociedad deben ser modificadas. (O)