Nuestra actual Constitución cumplirá 10 años el 20 de octubre de 2018 y me parece conveniente releerla para verificar su grado de aplicación y cumplimiento por parte de autoridades y ciudadanía, incluidos usted y yo.
En esta gestión, uno de sus primeros artículos que merece nuestra atención es el 3, que se refiere a los deberes primordiales del Estado. ¿Se habrán cumplido cabalmente todos y cada uno de ellos? ¿Los recuerda?
Allí se establece:
Garantizar sin discriminación alguna el efectivo goce de los derechos establecidos en la Constitución y en los instrumentos internacionales, en particular la educación, la salud, la alimentación, la seguridad social y el agua para sus habitantes.
Garantizar y defender la soberanía nacional.
Fortalecer la unidad nacional en la diversidad.
Garantizar la ética laica como sustento del quehacer público y el ordenamiento jurídico.
Planificar el desarrollo nacional, erradicar la pobreza, promover el desarrollo sustentable y la redistribución equitativa de los recursos y la riqueza, para acceder al buen vivir.
Promover el desarrollo equitativo y solidario de todo el territorio, mediante el fortalecimiento del proceso de autonomías y descentralización.
Proteger el patrimonio natural y cultural del país.
Garantizar a sus habitantes el derecho a una cultura de paz, seguridad integral y a vivir en una sociedad democrática y libre de corrupción.
¡Qué tal! Hasta aquí: ¿nos habíamos olvidado de alguno o de varios?
¿Aprecia la razón por la que se hizo tanto énfasis en la conveniencia de que el texto constitucional estuviera siempre al alcance de la mano y lo leyéramos con frecuencia, para no olvidarnos de cumplir y hacer cumplir sus preceptos?
Antes de continuar conviene que tengamos presente que estos deberes y los que siguen deben ser cumplidos por el Estado y no se establece específicamente por cuál de sus instituciones o funcionarios.
¿Será cierto que, como algunos ciudadanos se quejan, “cuando las obligaciones son institucionales y por tanto de nadie en particular no hay a quién reclamar la postergación de su cumplimiento”?
¿Conoce a quienes reclaman por acceso a la educación universitaria o por la atención oportuna en el sistema de salud del IESS?
¿Acaso se ha vulnerado alguna vez nuestra soberanía nacional por parte de grupos insurgentes?
¿Qué grado de unidad nacional existe a pesar de las diversas tendencias políticas?
¿La ética laica ha sido suficiente para que el quehacer público, de funcionarios empleados y obreros sea el adecuado y se respete en su integridad el ordenamiento jurídico que nos rige?
¿Se cumplió la planificación para erradicar la pobreza, promover el desarrollo sustentable y la redistribución equitativa de los recursos y la riqueza, para acceder al buen vivir?
¿Se ha promovido el desarrollo equitativo y solidario de todo el territorio, mediante el proceso de autonomías y descentralización?
¿Cómo se ha protegido el patrimonio natural y cultural?
¿Se ha logrado garantizar a los habitantes el derecho a una cultura de paz, la seguridad integral y vivir en una sociedad democrática y libre de corrupción?
¿Sería tan amable en darme su opinión? (O)