Cuando la fiscal Thania Moreno anunció su decisión de abstenerse de acusar al exasambleísta Cléver Jiménez y al activista Fernando Villavicencio, quienes eran procesados por el delito de divulgación reservada, se abrió el camino para que en la Corte Nacional de Justicia, el tribunal correspondiente declarara su inocencia. Esto se da tras siete años de lo que Villavicencio definió como “persecución sistemática del gobierno de Correa”. El caso se originó cuando los procesados reprodujeron fragmentos textuales de correos electrónicos entre el expresidente Correa, el procurador y el secretario jurídico de la Presidencia sobre la estrategia jurídica del Estado contra la empresa petrolera Chevron. El abogado defensor sostuvo que se trataba de un tema de interés público y que declararlo personal cortaba la esencia del periodismo de investigación.

Asimismo, la jueza María Elena Lara dictó auto de sobreseimiento a favor de Ángel Polibio Córdova, de la encuestadora Cedatos, acusado de presunto delito de falsificación y uso doloso de documentos, para favorecer a uno de los candidatos presidenciales. Córdova dijo: “Se acabó la persecución”.

En ambos casos, los protagonistas usaron la palabra “persecución”, que refuerza la percepción ciudadana de que los procesos escondían intereses políticos, y es positivo que se demuestre que quienes administran justicia lo hicieron con libertad, finalmente. (O)