Empieza un nuevo año y el deseo de muchos es vivir en un mundo más libre. Parece inimaginable que aún en países como Arabia Saudita e Irán las mujeres deban taparse el rostro para salir a la calle. Que en países como Venezuela y Cuba el socialismo todavía se sienta en el hambre y desempleo que pasan sus ciudadanos día a día. O en países como Afganistán y Pakistán anualmente el terrorismo cobra la vida de miles de niños inocentes, haciéndolos vivir en el miedo y la inseguridad. Necesitamos un mundo más libre de pensamiento donde se respeten las creencias personales y no se insulte al que piense de manera distinta. Pero sobre todo necesitamos fomentar la libertad económica, ya que esta es la base de todas las demás libertades.

El índice 2017 de Libertad Económica del Heritage Foundation demuestra que los países con mayor libertad económica tienen un desempeño sustancialmente superior al resto de países en crecimiento económico, ingresos per capita, atención médica, educación, protección del medioambiente, entre otros. La economía más libre del mundo es Hong Kong, seguida por Singapur, Nueva Zelanda, Suiza y Australia. Desgraciadamente, Ecuador ocupa el puesto 160 de 180 economías, superada incluso por países como Haití, Rusia y Pakistán. La libertad económica no es otra cosa que el derecho natural de la persona a ser dueña del valor que genera. Existe un progreso general a nivel mundial sobre el fomento a la libertad económica, lo que ha permitido que millones de personas salgan de la pobreza. Desgraciadamente este no es el caso de Ecuador, que este año ha decrecido incluso un puesto en el ranking mundial. Nuestro país ocupa el puesto número 28 de la región (de un total de 32 países). Ecuador forma parte de la última categoría llamada “países reprimidos” donde se encuentran también Bolivia, Cuba y Venezuela. Entre las advertencias que hace el Heritage Foundation sobre Ecuador están los altos niveles de corrupción en las instituciones del Estado que debilitan los derechos de propiedad. El ambiente para emprendimiento lo considera “restrictivo”, lo que reduce la competencia y productividad. Explica también que las inversiones en el país han decrecido debido a las costosas regulaciones y la incertidumbre haciendo que los planes para expansión sean cada vez más difíciles.

Esperamos que este año el presidente priorice el tema económico y tome las medidas necesarias para que la economía vuelva a reactivarse. Se necesitan quitar las trabas, los excesivos trámites burocráticos y eliminar las tasas a productos importados. Estas medidas solo han creado desempleo en el pasado desacelerando la economía. Se necesita trabajar en competitividad para ser más eficientes y productivos en nuestra industria local. Pero sobre todo se necesita una economía abierta, donde el emprendedor sienta la mano amiga del Gobierno para crecer y crear nuevas fuentes de empleo adecuado. Sigamos el ejemplo de los países más libres económicamente donde el ingreso per capita es diez veces mayor que el nuestro y la salud y educación son infinitamente superiores. Tenemos mucho por hacer, pero hoy tenemos 365 nuevas oportunidades de cambiar el rumbo de la historia. No las desaprovechemos. Feliz 2018. (O)