El Gobierno ha recibido más renta petrolera que lo presupuestado, debido a la recuperación del precio del crudo. También se endeudó más de lo previsto.

En junio, ni bien posesionado, recibió desembolsos de créditos externos por USD2,1 mil millones, en su mayor colocación de bonos. En octubre recibió otros UDS3,1 mil millones, también en su mayor parte bonos. Sin embargo, a los dos meses de este último desembolso, la cuenta del Tesoro en el Banco Central tiene solo UDS108 millones. Ya no hay plata, y el Gobierno busca colocar más bonos lo antes posible.

En total en los primeros once meses de 2017 el Gobierno recibió USD8.352 millones de desembolsos de créditos externos; después de pagar vencimientos le quedaron USD5.862 millones. También creció la deuda interna, en total USD2.471 millones después de pagar préstamos vencidos, lo que da un total de más de USD8 mil millones de nuevo endeudamiento, sin contar diciembre.

A pesar de todo ese dinero, no hay plata. ¿Qué pasa?

Gasto sin límite y cálculo alegre de los ingresos tributarios. He ahí la respuesta.

Con datos a noviembre, el Observatorio de la Política Fiscal estima que el gasto del gobierno central en 2017 llegaría a USD29.839 millones, unos USD4 mil millones más de lo presupuestado. ¡Y eso que el Presupuesto recién se lo presentó en el tercer trimestre! Mientras tanto, los ingresos tributarios serían inferiores en USD700 millones a lo presupuestado.

¿Monumentales errores de cálculo o hubo el propósito de engañar a la Asamblea y a la ciudadanía?

El ministro De la Torre anunció que se viene una colocación de eurobonos. El Gobierno nos sigue endeudando, pero a pesar de gastar a manos llenas, la economía continúa estancada. El crecimiento económico esperado para 2017 es de 1,5%, o sea lo que crece la población. La riqueza nacional por persona no aumentó; pero, en cambio, creció la deuda: cada día se torna más difícil pagar los intereses.

Esto no puede seguir. Hay que darle un vuelco a la situación. Frenar el aumento del gasto público y gradualmente reducirlo, como hace cualquier hogar cuando los ingresos no alcanzan. No puede pedírseles a los contribuyentes que bequen a cargos públicos a quienes no devengan su sueldo con servicios, ni que toleren que se sigan contratando obras públicas innecesarias y con sobreprecio.

El motor de la economía no puede ser el gasto público financiado con deuda externa. Debe reemplazárselo con inversión extranjera, y de inversionistas nacionales con financiamiento externo, además de exportaciones.

El presidente Moreno defiende el continuismo del modelo correísta, bajo el argumento de que eso fue lo que eligió el electorado en las urnas. Dudo mucho que el pueblo haya tenido en mente un modelo económico cuando votó. La mitad del electorado que votó por Moreno, lo hizo por tenerle confianza de que iba a hacer una buena gestión.

Todo gobierno cambia la política económica de acuerdo a las circunstancias, no está obligado a mantener la misma fórmula durante todo el periodo. Para cumplir con las expectativas del electorado, tiene que llevar un manejo económico exitoso. Todo lo contrario del hoy vigente. (O)