Recobrando la rentabilidad: En el artículo previo establecimos la necesidad de rescatar el segmento de la producción para consumo interno, y convenimos en la necesidad de recuperar la rentabilidad de las actividades agropecuarias, así como el nivel de vida de este sector de la población. Dijimos también que nuestra propuesta contempla la ejecución de un plan nacional para compartir conocimiento a través de la creación de talleres de instrucción y extensión rural, y que en ellos nos concentraremos en temas prioritarios y básicos, como Administración, Productividad, Financiamiento y Precios.

Los temas sobre Administración y Productividad serán trabajados con los productores, pues sobre ellos recae directamente la solución de estos parámetros, mientras que Financiamiento y Precios serán tratados y manejados desde los organismos de gobierno pertinentes.

Deberemos primero identificar y sectorizar las unidades productivas de cada zona, buscando facilitar la asistencia, comodidad y didáctica en dichos talleres. De ser posible se formarán grupos de trabajo por actividad, diferenciando agricultura y ganadería.

Estos talleres de instrucción se podrían realizar una vez por semana, o con otra periodicidad de acuerdo con las oportunidades de cada caso. El lugar de reunión debería ser alguna escuela o colegio del sector, o algún local gremial en caso que los productores estén organizados.

Los instructores serán técnicos agropecuarios y profesionales en carreras administrativas o contables, entrenados específicamente para este programa. Una buena alternativa sería utilizar los mejores alumnos del último año de las carreras involucradas, con lo cual estaríamos beneficiando a los estudiantes cuasi profesionales, proporcionándoles experiencia directa sobre su carrera, mientras el Gobierno aprovecharía los conocimientos de vanguardia de los estudiantes y su entusiasmo por desempeñar un rol técnico y social a favor de la población.

Administración: La administración agropecuaria puede ser compleja cuando se refiere a grandes empresas de producción, pero tratándose de pequeños productores referiremos prácticas básicas, procurando una administración ordenada y organizada, identificando cada etapa de la actividad aludida, para entender sus límites, su ordenamiento y su aplicación.

Tenemos que demostrar y convencer a los productores que su actividad es un negocio real y no simplemente una práctica tradicional o de sobrevivencia; que es una verdadera unidad de producción que debe mantenerse en constante mejoramiento, técnica y económicamente.

En el desarrollo de los talleres se buscará simplificar los conceptos para que su aplicación sea entendida y asimilada por todos; por eso para este subtema de Administración, el material de trabajo se centrará en prácticas básicas sobre: manejo de inventarios, control de costos y comercialización.

Productividad: Entender y transmitir las particularidades de la productividad exige preparación y conocimiento técnico sobre la actividad en desarrollo. Lo de la preparación estaría cubierto por la sapiencia y experiencia generacional de los productores; y es importante que esta condición sea justamente ponderada, porque además de real es imprescindible para ganar de los campesinos su aceptación y disposición para experimentar y aceptar correcciones. El conocimiento técnico será responsabilidad de los instructores de los talleres, quienes deberán tener claro que el conocimiento no se transmite por imposición sino por convencimiento. La sabiduría y experiencia del campesino no será sustituida, sino que será el punto de partida para la optimización.

Preparación de suelo, riego y drenaje, siembra, fertilización, sanidad, cosecha y manipulación de producto final, como temas específicos para agricultura.

Alimentación, sanidad animal, reproducción, manejo, ordeño y manipulación del producto final, serán la temática más importante para la ganadería.

En estos talleres podría incluso intervenir la empresa privada por medio de las compañías de comercialización de productos agropecuarios, quienes tendrían su espacio con la incorporación de parcelas demostrativas. Es importante aclarar que su participación sería absolutamente libre y sin ninguna obligación, ni para los promotores de los talleres ni para los campesinos, y que por lo tanto, todo costo de operación que pudiera generarse en el ejercicio, sería cubierto por la misma empresa. Tampoco se comprometería ni mucho menos obligaría a los productores para elegir los insumos recomendados por dichas empresas. Los productores podrán eso sí escoger los materiales ofertados, pero solo por conformidad, en absoluta libertad y sin compromiso ni presión alguna.

Para minimizar el costo de ejecución de este programa utilizaremos los técnicos del Magap; así con pocas contrataciones nuevas, el incremento de costo sería apenas sobretiempo y movilización. Para los egresados y estudiantes del último año se consideraría parte del servicio social que se propondrá deberían completar antes de su graduación.

Como vemos, la implementación de estos talleres tendrá una ventaja doble, pues la interacción entre el campesino y el profesional provocará irremisiblemente un intercambio de conocimientos favorable para todos los intervinientes, donde el beneficiario final será, por supuesto, el sector agropecuario y consecuentemente la economía nacional. (O)

 

Entender y transmitir las particularidades de la productividad exige preparación y conocimiento técnico sobre la actividad en desarrollo.