Cuando uno adquiere una vivienda en una urbanización cerrada es para estar tranquilos. A diario se escuchan noticias de robos en estos lugares, a más de esto algunos habitantes tenemos que soportar que se atente a nuestra paz y armonía.
En ciertas urbanizaciones destinadas únicamente a ser residenciales, se utilizan casas abandonadas como bodegas y entran y salen camiones y trabajadores ajenos al sector, incluso los fines de semana. Esto ocasiona gran malestar, pues uno quiere llegar a casa a descansar y no encontrarse con ruido, molestias, gente extraña ni más vehículos que contaminan el ambiente. Hago un llamado a las autoridades correspondientes para que tomen cartas en el asunto, porque se utilizan inmuebles en urbanizaciones residenciales para estos tipos de actividades.(O)
Andrea Fernández Rodríguez,
Licenciada, Samborondón