Cuidador de carros en Guayaquil cualquiera es, solo se cuelga un pito en el cuello y coge un trapo y ya es dueño de la calle, por eso cobra para permitir que un carro se parquee en su zona. Los cuidacarros no cuidan nada, solo aparecen cuando el conductor anda buscando un espacio libre de la vía para estacionarse, ahí se amontonan al pie del carro; pero después de que el conductor se baja del vehículo, estos tipos desaparecen y vuelven a asomarse cuando el dueño del auto regresa, ahí le piden dinero por el tiempo que su vehículo ocupó su calle. Son los cuidadores de carros unos abusivos.

Fernando Espinoza,
Guayaquil