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Los desafíos que enfrenta el mundo de hoy nos hacen valorar una institución que siempre ha estado presente en nuestra historia: la familia. En este tiempo se ha cuestionado el valor que tiene la familia y se ha relativizado el mismo término familia equiparándolo con cualquier tipo de convivencia. En mi experiencia como padre de familia e investigador dentro del Instituto de Desarrollo Integral de la Persona, he podido constatar la relevancia e impacto que tiene una familia sólidamente constituida en sus integrantes.
En una de las investigaciones cualitativas, realizada en Guayaquil en junio del 2008, pudimos concluir que la mayoría de los valores proviene de lo que los adolescentes viven en sus hogares, evidenciando que la relación con los padres en el día a día es como un espejo para los hijos. Esto nos lleva a reflexionar cuáles son los valores que la familia constituida por hombre y mujer aportan en la educación y desarrollo de dichos principios.
Diversas investigaciones muestran la ventaja que tienen los hogares constituidos por hombre y mujer. En un estudio realizado por el Dr. Mark Regnerus de la Universidad de Texas sobre las Nuevas Estructuras Familiares, concluyen como siempre en las familias intactas (compuestas por papá y mamá), los índices de diversas problemáticas son inferiores a los de otro tipo de uniones en temas como: depresión, suicidio, arrestos, problemas en relaciones, desempleo. Así mismo, una estructura familiar intacta tiene mayores índices en la promoción de valores como la seguridad familiar y la fidelidad. Para mayor información consulte la página (www.familystructurestudies.com/es/outcomes).
El Dr. Fernando Pliego es investigador del instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Autónoma de México, coordinador del proyecto “Programa de investigación sobre familias y desarrollo de las sociedades democráticas”, en su último libro, Familias y Bienestar en Sociedades Democráticas (marzo 2012), presentó los resultados del análisis de 351 estudios de 13 países democráticos, sobre diferentes estructuras de familia y su relación con el bienestar; este reveló que las familias compuestas por papá y mamá casados y con hijos biológicos son las que tienen menores índices de violencia intrafamiliar, drogadicción, depresión y conductas delictivas.
En mi propia experiencia de educar a mis hijos y orientar parejas, he podido constatar la importancia de entender y valorar las diferencias para la complementariedad conyugal. No reconocer las diferencias entre la psicología femenina y la psicología masculina puede traer problemas de autovaloración, dificultades en la expresión adecuada de la afectividad y la sexualidad; comportamientos basados en una estructura mental de serias dificultades en el proceso comunicacional: carencia de empatía y asertividad.
En esta misma dimensión de la crianza de los hijos, termina siendo estratégica la mirada de la realidad y acciones a tomar por parte del papa y la mamá. Los aspectos propios del carácter en femenino o en masculino son líneas muy sutiles que hay que ir descubriendo en la manera de ser de cada uno de nuestros hijos y el equipo mamá-papá con su propia sensibilidad, intuición y experiencias previas (en su gran mayoría) tiene la capacidad de ir desarrollando criterios que le permitan ir interviniendo en la comprensión y corrección de cada uno de sus hijos. Por ello siempre menciono en mis consejerías, que es una gran bendición para nosotros, padres y madres, la oportunidad de ir criando a cada uno de nuestros hijos.