Barcelona debería de ser la marca que más se podría explotar en lo comercial, pero malas administraciones que han pasado por la institución, casi lo han quebrado económicamente.
Los anteriores presidentes a los que les están haciendo auditoría de sus gestiones, salen a hacer lo que los que no pueden defender lo indefendible, utilizan, esto es demandar a sus críticos; pero solo una muestra se debe reflejar en estas acusaciones, la barbaridad cometida de proponer recargos usureros por cuentas no pagadas, como por ejemplo, a un exfutbolista proponerle para dar por terminado un contrato, que si no le cancelan lo adeudado en 90 días se le recargará el 300% de penalidad.
Qué fácil es proponer esto cuando el dinero no es de ellos. Pero directivos actuales, que se pensó eran la solución de los problemas del equipo, se estarían convirtiendo en parte de los problemas, aquí un ejemplo, cuando ellos venden, los compradores con razón buscan preservar su inversión, piden que ya no hagan participar en los encuentros futbolísticos a la persona que están contratando; pero la directiva de Barcelona cuando compra, primero, lo hace cuando el equipo ya está participando y trae ciertos jugadores mediocres que vienen a ponerse a punto, y hasta que ocurra, ya pasaron media etapa dando ventajas; segundo, cuando Barcelona compra, estos dirigentes se dan el lujo de dejar que jueguen sus últimos partidos en sus clubes, ¿y si en esos partidos se lesionan? El director técnico no se queda fuera de esto que estamos pasando en el club. A un técnico, por miedo, que como local juega con un solo delantero, le recuerdo que el año pasado quedaron campeones por cuanto tenían un jugador diferente que hacía lo que ahora nadie lo puede o quiere hacer; no hay que solapar indisciplinas de futbolistas, debe de poner mano dura. A muchos futbolistas, por no decir todos, les falta mucho para ser verdaderos profesionales; por andar de gallos bellos, no cuidan el entrenamiento.
Señores dirigentes, corrijan el rumbo del Barcelona, separen a peloteros mal llamados futbolistas que no quieren disciplinarse, contraten a jugadores profesionales que vengan a aportar al equipo, y den un llamado de atención al técnico para que cuando el equipo juegue como local, juegue a la ofensiva.
Francisco R. Alcívar Villegas,
contador, vía a Daule