Vistiendo un terno de color oscuro y acompañado de guardias de seguridad penitenciaria y agentes de la Policía Nacional es como llegó la mañana de este domingo, 22 de junio, al quinto día de audiencia de juzgamiento en el caso Reconstrucción de Manabí, el exvicepresidente de la República y expresidente del Comité para la Reconstrucción y Reactivación Productiva y del Empleo, Jorge Glas, uno de los dos acusados por el delito de peculado.

Para Glas, este día es distinto a los restantes, pues él es uno de los testigos que han solicitado su defensa para desvirtuar las acusaciones hechas por el fiscal general encargado, Wilson Toainga, respecto a que Glas y Carlos Bernal, exsecretario técnico del Comité de la Reconstrucción, intervinieron en el abuso de recursos públicos que fueron destinados a la reconstrucción de las zonas más afectadas por el terremoto de 7,8 grados de magnitud ocurrido el 16 de abril de 2016.

Publicidad

El líder correísta intervendrá en lo que será la última jornada de audiencia y será el último testigo, de tres que fueron solicitados por Andrés Villegas, abogado de Glas, para esta parte de la audiencia.

Durante los días anteriores, Villegas y otros dos abogados que hacen parte de la defensa técnica de Jorge Glas también realizaron interrogatorios y contrainterrogatorios a testigos que fueron presentados por la Fiscalía, pero que también fueron solicitados por el exvicepresidente.

Publicidad

El excompañero presidencial de Rafael Correa ingresó llevando una carpeta con documentos en la mano derecha, poco antes de las 09:30 de este domingo, a la sala de audiencias ubicada en el octavo piso de la Corte Nacional de Justicia (CNJ).

Glas fue recibido en la sala por varios simpatizantes, quienes le gritaban “¡Fuerza, Jorge!”, “¡La verdad brillará!”, “Resista, vicepresidente, ¡ya falta poco!”. El líder correísta agradeció a su paso las palabras.

Ya en su sitio, el procesado, antes de sentarse en su sitio, conversó con sus abogados y dialogó con la defensa del otro procesado.

La entrada de Jorge Glas se dio momentos antes de que se colocaran en sus lugares los integrantes del Tribunal de Juzgamiento, los jueces nacionales Mercedes Caicedo (ponente) y Marco Rodríguez. Javier de la Cadena participa vía telemática.

El pasado viernes, 20 de junio, el fiscal Wilson Toainga cerró la presentación de la prueba pericial y testimonial que mantiene para fundamentar su acusación y el pedido de que Glas y Bernal sean condenados como culpables del peculado investigado.

En cuatro días, la Fiscalía presentó un total de nueve testigos y once peritos y expuso abundante prueba documental para respaldar los testimonios e informes periciales que se plantearon para acusar a los dos exfuncionarios públicos.

Luego de que la secretaría de la sala confirmó la asistencia del fiscal Toainga, de los abogados de la Procuraduría General del Estado y el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS), instancias que actúan en esta causa como acusadoras particulares, y de los abogados de Jorge Glas y de Carlos Bernal, quien ha asistido vía telemática a los días de juzgamiento, y, además, constatar que el estado de salud del exvicepresidente es estable, la jueza ponente declaró instalada la diligencia.

La defensa de Bernal, Roberto Calderón, aseguró que en esta parte de la diligencia convocará a tres testigos, incluido el procesado.

Cerca de las 10:00, el ingeniero de 56 años, quien cumple una condena unificada de ocho años de cárcel por dos delitos de corrupción cometidos en la función pública, fue llamado por su defensa al estrado para así exponer los hechos que asegura sucedieron en este caso y así abonar al rechazo de la acusación de Fiscalía que han mantenido sus abogados.

Su testimonio será voluntario, no bajo juramento.

El primer testigo llamado el viernes pasado por la defensa de Glas fue el actual prefecto de Manabí, parte del movimiento de la Revolución Ciudadana (RC), Leonardo Orlando.

En su testimonio, él resaltó el crecimiento económico que supuestamente habrían generado las obras realizadas dentro del Plan de Reconstrucción y afirmó que las facilidades pesqueras construidas en las localidades de Chamanga y Cojimíes sí están funcionando.

En su mayoría, los testigos y peritos presentados por la Fiscalía en estos cuatro días hablaron de obras que aparentemente no eran prioritarias, que estaban inconclusas, eran innecesarias, tenían fallas y que se construyeron por intereses particulares con los fondos para las víctimas del terremoto de 2016.

El fiscal Toainga ha anotado que el monto del perjuicio ocasionado por el abuso de fondos públicos en este caso asciende a más de $ 225 millones. (I)