Los tres jóvenes de 20 años estaban sentados en el piso, sin sus prendas de vestir. Mientras tanto, los habitantes de Chilibulo, sector La Magdalena, en el sur de Quito, analizaban qué castigo dar a los presuntos delincuentes acusados de robar en esa zona.

La noche del domingo, la calma en los hogares se vio interrumpida por los gritos de los habitantes. Los golpes motivaban que la gente intentara tomar justicia por sus propias manos. Algunos querían prender fuego en la humanidad de los tres ciudadanos, según cuentan testigos.

Entre los gritos de las personas, uno de los jóvenes intentaba explicar que no estaban cometiendo el delito por el que eran señalados. Pedían piedad. Minutos antes habrían sido golpeados por los habitantes.

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Ante la emergencia reportada, personal de la Policía Nacional acudió a la esquina de las calles Huaynapalcón y Huaquillas. En el lugar lograron conversar con los ciudadanos y poner a buen recaudo a los tres jóvenes, quienes se mantenían sentados sobre la calle de tierra.

Un video que se filtró en redes sociales dio cuenta del ambiente que se vivió en el lugar. “¿Qué estaban haciendo?”, preguntó una agente de Policía al trío de señalados por la gente.

“Estábamos bajando de la casa y dicen que hemos robado”, respondió el ciudadano que estaba en medio de los tres. Ante esto se los cuestiona: “Entonces, ¿qué?, ¿la gente es loca?”. Los hombres intentan responder. Uno de ellos se pone de pie, pero de inmediato es increpado por los presentes: se le pide que se vuelva a sentar.

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Según el parte policial, los jóvenes fueron trasladados a la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) de El Pintado.

Al lugar se llamó una ambulancia para que atendiera a los heridos y que fueran valorados por una paramédica. Después se dispuso la presencia de un familiar: hasta el lugar llegó una mujer que se identificó como familia de ellos y asumió su responsabilidad.

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Los sujetos se retiraron de la estación policial, pues —según precisaron los agentes—, al pedir que una persona se hiciera responsable de la denuncia respectiva por el presunto robo, nadie respondió. Es decir, no existió una denuncia ingresada, por lo que fueron liberados. (I)