En medio de la vegetación de un patio en un inmueble abandonado en la cooperativa Reinaldo Quiñónez, en el noroeste de Guayaquil, fue encontrado un taxista embalado de pies y manos con cinta y cubierto por una sábana luego de haber sido secuestrado.
Sus familiares comentaron que el taxista salió a trabajar desde las 06:00 en el norte de Guayaquil y luego desconocieron su paradero, por lo que dieron alerta a la Policía Nacional para que se inicien las investigaciones.
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El coronel Francisco Zumárraga, jefe de la Zona 8, explicó que los antisociales llamaron a la familia para pedir la cantidad de $ 10.000 por liberarlo.
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Agentes especializados de la Unase aplicaron técnicas de investigación y se iniciaron operativos en sitios específicos del Puerto Principal.
Es así que llegaron al distrito Nueva Prosperina, donde empezaron a allanar las viviendas abandonadas en la cooperativa Reinaldo Quiñónez, ubicada entre los sectores de San Ignacio y Socio Vivienda.
Allí agentes encontraron al taxista muy asustado, amarrado de manos y pies, cubierto con cinta de embalaje y una sábana en medio de vegetación que impedía verlo a simple vista.
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Uniformados, ayudados con cuchillos, le quitaron las cintas y cabos de las manos y pies, y lo ayudaron a levantarse y avanzar al patrullero para llevarlo a revisión médica y posterior reencuentro con sus familiares.
En el Cuartel Modelo, en el norte de Guayaquil, se vivieron emotivos momentos durante el reencuentro del taxista con sus padres. (I)
