Habitantes del Comité del Pueblo y barrios aledaños dicen sentirse abandonados, expuestos ante la delincuencia. La mañana del miércoles 11 de octubre se registró el robo a un local de venta de llantas y aros para vehículos en la esquina de la avenida Eloy Alfaro y de los Eucaliptos.
En las cámaras de seguridad se identificó a cinco delincuentes que llegaron a bordo de una camioneta color rojo. Rompieron la puerta metálica, los vidrios e ingresaron al local.
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“Esta es la tercera vez en dos meses que se meten a robar (…), pedimos mayor seguridad, tenemos contratada hasta seguridad privada, pero tampoco nos funcionó”, expresó una representante del local que pidió mantener su nombre bajo reserva.
En el lugar, mientras limpiaban los restos de vidrio, señalaron que las tres veces que los antisociales ingresaron se han llevado llantas. Un aproximado de 20 a 30 llantas fueron sustraídas en cada robo. Entre los dos primeros robos creen que la pérdida fue de unos $ 2.000.
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Hasta el momento desconocen la cantidad de neumáticos que se llevaron, por ello, tampoco tienen una cuantía de la pérdida que significará este nuevo acto delictivo. Algo que llamó la atención fue que no se llevaron computadoras, televisores y demás productos que estaban dentro del edificio, su único objetivo eran las llantas.
Inseguridad en el barrio
María Panamá tiene un puesto de comida ambulante. Ella dijo a este Diario que están muy inseguros. “Hay retén, pero los policías no están rondando muy seguido. Por aquí es botado, todo el tiempo hay delincuentes”, enfatizó.
La mujer no ha sido víctima de la delincuencia, pues a su juicio, el ser una mujer de edad le ha permitido el respeto, además, varios de los delincuentes de la zona ya la conocen. No fue el mismo caso con su esposo y cuñado, quienes fueron asaltados exactamente en esa esquina.
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La comerciante indicó que pasadas las 17:00 las calles y veredas están desoladas, esto promueve un escenario óptimo para que los antisociales cometan sus delitos. Hace seis meses fue el esposo de María, quien caminaba hacia la casa y fue asaltado por dos personas.
Su cuñado, según comentó María, intentó defenderse y le propinaron varios golpes, también tuvo un corte en la frente producida con un arma blanca.
Otros vecinos decidieron no contar sus historias, tienen miedo de alguna represalia, lo que sí piden es que los policías realicen rondas más seguidas para que disminuya en algo la cantidad de robos y asaltos en esta zona del norte de la capital. (I)