Denisse, de 38 años, caminaba hacia su casa con su pequeña hija en brazos cuando fue alcanzada por una bala perdida. El hecho ocurrió la noche de este miércoles 23 de noviembre en la cooperativa Jacobo Bucaram, en Las Malvinas, sur de Guayaquil.

La mujer fue llevada al hospital Teodoro Maldonado Carbo para ser atendida. Ahí relató que cuando casi llegaba a su casa escuchó dos detonaciones de bala y que con su hija menor corrió hacia su vivienda y cerró la puerta. Cuando ya se sentía segura, su hija mayor notó que Denisse tenía una herida en la pierna izquierda.

Quienes viven en la zona hablan de un supuesto enfrentamiento entre bandas. Afortunadamente, la bebé de Denisse no resultó herida.

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Casi a la misma hora, en el Guasmo sur, dos niños que descansaban en una habitación se salvaron de ser alcanzados por una bala perdida.

Un hombre con discapacidad física fue acribillado en el Guasmo; según la Policía, se dedicaba al microtráfico

Sicarios llegaron a matar a un vecino y uno de los disparos llegó a la habitación de los menores. Estos hermanos también salieron ilesos, pero estos casos dejan en evidencia que los niños están expuestos todos los días a la violencia entre bandas narcodelictivas.

La Unidad de Muertes Violentas de la Policía contabiliza al menos 65 menores de edad asesinados en la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón) durante el 2022, 17 de ellos son niños menores de 12 años. Todo menor es considerado víctima colateral de un ataque violento.

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El caso más reciente en el que una embarazada fue asesinada a tiros junto con su niña de 18 meses, el 21 de noviembre, conmocionó al país, pues incluso el neonato perdió la vida al día siguiente.

Había nacido mediante una cesárea de emergencia que se le practicó al cadáver de la madre.

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Murió el bebé que nació tras cesárea a su madre, que fue acribillada en Flor de Bastión

Cerca de donde se dio este crimen, hace mes y medio una niña de 5 años recibió un tiro en la cabeza al ser alcanzada por una bala perdida durante un sicariato en la entrada de la 8.

Poco después, otra niña de 12 años fue baleada en su casa en la cooperativa Unión de Bananeros, en el Guasmo. Su madre estaba involucrada en microtráfico.

Días atrás el coronel Henry Herrera reflexionaba sobre el nivel de violencia que hoy se vive en las calles. Él mencionaba que años atrás los sicarios o gatilleros tenían, incluso en su oficio, códigos de conducta para realizar sus trabajos y respetaban a niños, mujeres y adultos mayores.

Muere niña de 12 años que fue baleada en el Guasmo junto con su madre

Ahora, Herrera mencionó que simplemente disparan una ráfaga, que aparentemente la idea de los asesinos es hacer el mayor daño posible y que no les importa la vida de los niños.

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Otra problemática es que cada día son más los menores reclutados por las bandas para cometer los asesinatos y liquidar a los miembros de las organizaciones contrarias.

El ministro del Interior, Juan Zapata, dijo esta semana que les preocupa que muchos de los sicarios detenidos durante el estado de excepción por los ataques a los policías serían adolescentes.

“Son chicos de 14 años que ya han matado”, comentó preocupado el funcionario. (I)