Masacres carcelarias, la facilidad con la que ingresan armas y droga a los reclusorios, festejos con fuegos artificiales, la comodidad de las celdas de ciertos internos y la fuga de reos son situaciones que pusieron en jaque al Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI), ente encargado del manejo de los recintos penitenciarios desde su creación en noviembre del 2018.