Pese a que hace ocho meses quienes viven en la herradura Palmales, de la octava etapa de La Alborada, instalaron rejas en los ingresos y cámaras, esta semana reportaron que sujetos vestidos con uniformes de una operadora telefónica trataron de robar los equipos de videovigilancia que están en algunos postes.
Los vecinos advirtieron lo que pasaba y al salir y cuestionar a los sospechosos lo que hacían, estos se retiraron indicando que se habían equivocado de manzana.
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“Llamamos a la empresa y nos dijeron que ellos solo hacen instalaciones y mantenimientos en el día y ya eran las 20:00, así que eran ladrones”, conjeturó un morador preocupado porque la otra herradura aún está en proceso de instalar los portones.
“Entraron por la otra herradura, estacionaron por el otro lado y cruzaron el parque con la escalera”, mencionó una de las vecinas tras revisar las imágenes de las cámaras. Ella sostuvo que los hombres llegaron en una furgoneta que incluso tenía los logos de la telefónica.
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La vecina indicó que los sujetos tenían tapado el nombre del proveedor en el uniforme y que se logra escuchar la conversación de los sujetos cuando subidos en la escalera manipulaban los equipos.
“Es una cámara 360 y aunque él se sube en la escalera y trata de darle la espalda a la cámara, pero esta se gira y le enfoca la cara. En la grabación se escucha al tipo decir ‘hay mucha gente, vámonos, me enfocó la cara’”, relató la vecina.
Cuando revisaron los equipos notaron que los sospechosos habían cortado los cables de una de las cámaras. Ya el jueves se habilitó nuevamente ese equipo.
Pero no es el primer caso. Hace un par de semanas, contaron los vecinos, uno de los habitantes de la herradura llegaba en la madrugada y se encontró a un sujeto desconectando una de las cámaras ubicadas sobre el portón, por eso decidieron instalarla dentro del cerco. El hombre huyó.
Los vecinos de la octava etapa de la Alborada comentaron que hace un par de semanas la casa de una herradura cercana fue blanco de un robo y vaciada por sujetos vestidos como policías, por eso dijeron que ya no saben en quién confiar.
Hace ocho meses instalaron las rejas y desde entonces bajó a cero la cifra de delitos en la herradura, mencionaron.
“Aquí se robaron dos carros, vaciaron un par de casas, intentaron hacer un secuestro exprés y varias veces motorizados arrancharon los celulares a quienes llegaban o salían de casa. Todo eso se acabó, pero estuvimos meses haciendo rifas y bingos para reunir el dinero e instalar los equipos”, expresó otra de las vecinas.
En esta herradura viven 60 familias que se pusieron de acuerdo con inicios del 2023 e instalaron equipos de seguridad. (I)