Tras una reunión entre los abogados y los 17 militares procesados por la presunta desaparición forzada en el caso Las Malvinas, la audiencia de juicio se reinstaló este martes, 25 de noviembre.
La diligencia arrancó pasadas las 09:00 con la defensa de los uniformados.
Publicidad
El pasado lunes, la Fiscalía concluyó la presentación de sus pruebas. Este martes se mantiene la intervención de las demás partes procesales.
Fiscalía presentó 26 pruebas testimoniales y periciales durante los primeros días de la audiencia de juicio. Asimismo, 180 pruebas documentales.
Publicidad
Este martes, el procesado Wilson C. rindió su versión de los hechos ocurridos en diciembre de 2024.
En este caso se indagan las circunstancias de la desaparición de los menores Josué, Ismael, Nehemías y Steven, luego de ser aprehendidos por una patrulla militar en el sur de Guayaquil y llevados a la zona de Taura, en Naranjal. El hecho ocurrió el 8 de diciembre de 2024.
El militar indicó que fue copiloto de una de las camionetas que se usaron el día de la aprehensión de los menores. Él fue uno de los que guiaron el tránsito cuando se produjo la captura de Ismael, Josué, Nehemías y Steven en el sur de Guayaquil.
El procesado, durante su versión, señaló que un subteniente habría sido el que dio la orden de dirigirse hasta Taura. En una vía de tercer orden, relató, se detuvieron las camionetas y los menores ayudaron a mover un árbol caído.
Otro procesado relató parte de las agresiones ejecutadas por tres miembros de la fuerza pública. Citó que un subteniente sacó su pistola y realizó un disparo cerca de la cabeza de uno de los menores. Él fue quien ordenó que los menores se bajen del vehículo.
Los aprehendidos se sacaron la ropa por orden del subteniente, según Nelson S. El procesado indicó que este mismo subteniente sacó su celular y grabó lo que sucedía con los menores.
Tras el operativo ejecutado se confirmó que los implicados en este caso crearon un chat grupal.
Sargento rinde versión y rechaza testimonio de otro procesado
Durante su alocución, el sargento Wilmer L., quien tiene 19 años de servicio, indicó que él no ha sido capacitado sobre procesos de detención.
Relató que un subteniente y un teniente coronel ordenaron la custodia de un camión que llevaba artículos de contrabando. En el camino hacia la Aduana, en el sur, se alertó de un supuesto robo.
El subteniente habría dispuesto localizar y aprehender a los presuntos sospechosos del robo que se había dado en el sur. Los menores de edad habrían sido capturados y embarcados en camionetas con dirección a la Unidad Policial de Virgen de Fátima.
Wilmer L. manifestó que se otorgó seguridad durante el trayecto y rechazó las versiones de agresiones a los menores dadas por los colaboradores eficaces. Señaló que no se desapareció a ninguna persona y que la captura de los menores se dio en el marco del estado de excepción, que fue dispuesto por el presidente de la República.
Jonathan G., otro de los militares procesados, detalló que él se encargó de manejar una de las camionetas que se usaron el 8 de diciembre. Recalcó que, al pertenecer a la unidad canina de las fuerzas armadas, no ha recibido capacitaciones sobre aprehensiones en presunto delito flagrante. Además, afirmó que es una persona pacífica y que es falso todo lo que se dice en su contra.
Moises L., otro militar que figura como cooperador eficaz, señaló que el subteniente se ‘encarnizó’ con el más pequeño de los chicos. Él confirmó con su testimonio que existieron agresiones a los cuatro menores y que el subteniente fue el que ordenó avanzar a Taura “hasta una poza”.
Citó que varios uniformados dieron puñetes a menores. Al menos ocho minutos de agresiones continuas. Según Moisés L., no hubo intención del oficial de llevarlos hasta un UPC.
Cerca de las 18:00 se suspendió la audiencia. (I)