Betty Soria Peñafiel no imaginó que un informe que hizo de una niña de 9 años, supuestamente abusada sexualmente por su padre, la tendría hoy ante un proceso judicial en el que, de haber un fallo en su contra, podría enfrentar de cinco a siete años de pena privativa de libertad.

La psicóloga clínica de 34 años cuenta que en el 2019 llegó al hospital de Monte Sinaí, en el que ella labora desde que empezó a funcionar, una madre de familia que, según dice, había recibido una alerta de la Judicatura dentro de un proceso judicial que seguía en contra del padre de la menor.

Esa alerta, dice la profesional, daba cuenta de que en los test practicados a la pequeña habría indicios de abuso sexual.

Publicidad

‘Él no va a ir preso, pero lo que causó no va a prescribir nunca: yo no voy a volver a tener piernas’, dice Daniel, víctima de accidente que busca justicia

Soria señala que, al recibir esa noticia, la madre acudió a una entidad privada en la que hubo un diagnóstico similar, que el presunto abuso provenía de alguien del núcleo familiar, pero que allí le dijeron a la mamá de la menor que no reportaban este tipo de casos ante Fiscalía.

En virtud de aquello, relata la psicóloga, la madre de la menor llegó al hospital de Monte Sinaí, pues le habrían indicado que el Ministerio de Salud Pública (MSP) sí avisaba de esas situaciones a las autoridades competentes.

“Entonces ella (madre) llega allá, y en el 2019 yo la atiendo y, evidentemente, hay síntomas, no, de la niña: ideas suicidas, ataques de pánico, terrores nocturnos, temor de que le hagan daño en las pesadillas, en los sueños. En los juegos que hacíamos empecé a ver que mataba al padre, lo alejaba”, refiere la psicóloga y añade que para entonces la menor no decía nada respecto a su progenitor.

Publicidad

A base de aquello, sostiene Soria, en junio de 2019 emitió un primer informe sobre trastornos de la conducta habituales de la infancia que, aparentemente, no involucraba al padre, Martin S., un ciudadano alemán que viajaba cada cierto tiempo de su país a Ecuador.

Llega la pandemia del COVID-19 en 2020, y la madre de la pequeña vuelve a contactar a la psicóloga clínica, porque, según relata, la menor había expresado a su mamá que quería hablar con la profesional.

Publicidad

Soria dice que madre y niña se enfermaron con el virus y en esa circunstancia en la pequeña surgió el temor de que su progenitora falleciera y ella quede bajo la responsabilidad de su padre.

“En agosto (de 2020) ella dice lo que tiene que decir. Yo hago lo que tengo que hacer, que es mi trabajo. Entonces, yo emito otro informe, hago un alcance del otro (de junio del 2019) y digo todo lo que está pasando y todo lo que la menor relató, o sea, que sufrió abuso sexual por parte de su padre”, manifiesta la profesional.

Ese informe, de acuerdo con la psicóloga, fue enviado al área jurídica del hospital de Monte Sinaí, instancia que debía informar el caso a Fiscalía en un plazo de 24 horas, pero esto no ocurrió.

Según Soria, ante la situación la madre le pidió una copia de ese último informe y a base de eso ella presentó la denuncia por abuso sexual.

Publicidad

Yo no soy perito, pero el deber de todo servidor público es denunciar cuando hay un (supuesto) abuso sexual (…) simplemente yo digo miren, aquí está la alerta, aquí están otros relatos en mi informe, investiguen al señor, no me investiguen a mí

Betty Soria, psicóloga clínica

“Obvio, yo no soy perito, pero el deber de todo servidor público es denunciar cuando hay un (supuesto) abuso sexual (…) simplemente yo digo miren, aquí está la alerta, aquí están otros relatos en mi informe, investiguen al señor, no me investiguen a mí, pues, no me persigan. Bueno, ahí empieza mi batalla, afirma.

Tanto la psicóloga clínica como la mamá de la pequeña enfrentan ahora una acción penal por delito de falsificación y uso de documento falso. La reinstalación de la audiencia de juicio se realizará este viernes 24 de marzo, a las 08:30.

Y es que el padre de la pequeña, el alemán Martin S., impuso esa demanda a través de un procurador judicial, el abogado Antonio Gagliardo Loor, exfiscal provincial del Guayas.

Este último explica que inicialmente en contra de su representado hubo una denuncia por violencia psicológica en el que fueron revocadas unas medidas de protección. Luego de esto, añade, la madre de la niña planteó una nueva denuncia y presentó el informe a su juicio “falso” emitido por la psicóloga Betty Soria.

“Ahí es que se ordena de oficio que se inicie una investigación por abuso sexual que es el que está en marcha. Ya lleva como dos años esta situación (...) eso está ahorita en indagación previa, ya para resolver en cualquier momento. Falta un informe psicológico y terminar de declarar mi cliente y ya la fiscal tomar una decisión o inicia instrucción fiscal o archiva”, expresa Gagliardo.

El procurador judicial del extranjero señala que el problema empezó cuando su defendido se divorció de la madre de la menor. Que a raíz de eso la mujer evitaba que la menor se comunique con su progenitor por videoconferencia, entre otras acciones, refiere.

Según él, hay tres informes de Fiscalía y del Consejo Nacional de la Judicatura, con peritos del Estado, que dan cuenta de que la menor ha sufrido alienación parental o interferencia parental, que es cuando uno de los progenitores genera odio hacia el otro.

¿Por qué considera falso el informe de la psicóloga Betty Soria?

Gagliardo menciona que al solicitar la historia clínica al hospital de Monte Sinaí verificó varias “irregularidades”.

Entre esas: incongruencias entre las fechas en que la mamá de la niña solicita el informe y el día en que se lo entregaron, que no fue autorizado por el director del sanatorio sino que se lo dieron directamente, que la propia área jurídica de la casa de salud indicó a Soria que dicho documento estaba “mal hecho, puesto que iba “más allá de sus atribuciones”.

Ninguna de las consultas fueron subidas al sistema Pras (plataforma de registro de atención en salud) sino después de nuestra denuncia

Antonio Gagliardo, procurador judicial de ciudadano alemán

“Ya analizando a fondo el informe, el test psicológico, los días que atendieron a la niña, en algunos días, pudimos demostrar que la doctora no fue a trabajar (...) también las terapias, en los hospitales públicos, para evitar falsificaciones el médico atiende y tiene que subirlo a un sistema que se llama sistema Pras, donde queda grabado para evitar falsificaciones. Ninguna de las consultas fueron subidas al sistema Pras (plataforma de registro de atención en salud) sino después de nuestra denuncia”, enumera el abogado.

Añade que Soria atendió el caso en Emergencia cuando debía hacerlo por Consulta Externa, pero la psicóloga clínica sostiene que al presentarse la situación del COVID-19 hubo ciertas variaciones propias de la emergencia sanitaria.

Nino Casanello, abogado defensor de Betty Soria, cuestiona que a Gagliardo se le haya proporcionado la historia clínica de una menor teniendo una procuración judicial general, pero este último sostiene que al padre (a quien representa) le asiste ese derecho.

‘Cuando haya justicia habrá paz’: a dos años y cinco meses del atropellamiento del ciclista Santiago Jaramillo, testigos y peritos comparecerán por segunda vez en juzgamiento

Para él, en el fondo, la defensa del ciudadano alemán en lugar de defenderse de la imputación, del supuesto abuso sexual y demostrar que es falsa, se ha dedicado “atacar” a la psicóloga, lo que constituye un antecedente “nefasto”.

“Lo que la doctora (Betty Soria) hizo no fue un informe pericial, fue levantar una alerta a partir de las atenciones que tuvo con la niña y generar un informe para que el departamento jurídico (...) lo remitiera a Fiscalía y que se investigue”, recalca Casanello y argumenta que para aquello la psicóloga no necesitaba de orden judicial, pues esto es parte de su rol como tal.

En el sistema informático de la Función Judicial, en contra del alemán Martin S. consta un proceso de octubre del 2018 por suspensión de patria potestad planteado por la mamá de la niña que sigue en trámite hasta la fecha, ya que no se ha podido notificar a la parte demandada. (I)