Gobernar a través de decretos ejecutivos, reglamentos y una eventual consulta popular “sin considerar que existe la Asamblea Nacional” es lo que contempla el presidente Guillermo Lasso para seguir adelante con su plan de gobierno de cara a los recientes distanciamientos con los bloques políticos del Legislativo. Pero esta decisión, según juristas, es más una respuesta política de poca aplicación práctica.