De concretarse la intención del presidente Daniel Noboa de convocar a una asamblea constituyente que redacte una nueva Constitución, ya no podría ser de “plenos poderes”, como lo fue la que se instaló entre el 2007 y el 2008 en Montecristi, Manabí, impulsada por el correato, y de la cual surgió la carta magna vigente.