Napoleón Cabrera abre el camino a la participación política de los transportistas

Napoleón Cabrera Yumbla dice que su candidatura al Consejo de Participación Ciudadana (CPCCS) es el primer paso de un gran proyecto político pensado por el gremio de transportistas. “Nosotros siempre hemos sido escalera de los políticos de turno. Todo el mundo nos ha utilizado”, reflexiona.

Cuenta que tras los diálogos con el actual Gobierno, en los que no se cristalizaron todas las demandas de ese sector, varias asociaciones se reunieron buscando una identidad política propia. El problema, añade, fue intentar aglutinar a tantos agremiados (sostiene que hay más de 500.000 choferes y transportistas) en un solo paraguas, “porque cada quien tiene sus compromisos en su cantón, su provincia”.

Por eso se propusieron, como primer paso, lanzar a un candidato para el CPCCS y lo seleccionaron a él. Luego buscarán crear su propio partido y terciar por otras dignidades, afirma Cabrera.

Él es un azogueño de 65 años y preside, desde 1994, la Federación de Transporte Liviano, Mixto y Mediano del Ecuador (Fenacotrali). Por esa distinción ha estado al frente de las negociaciones con varios gobiernos.

En el régimen de Rafael Correa su gremio condecoró al ministro de Transporte y Obras Públicas Walter Solís, hoy prófugo de la justicia ecuatoriana y asilado en México. Tras el cambio de poder, Cabrera firmó con el presidente Lenín Moreno el llamado Pacto Nacional por la Seguridad Vial y lo apoyó en la consulta popular del 2018. En el actual mandato, Cabrera fue elegido procurador común de los transportistas para dialogar con el Gobierno.

Al respecto, afirma: “Tenemos que romper el mito de que el transportista no puede opinar de política (...). Yo no recuerdo haber sido parte activa de ningún proceso de ningún gobierno”. Subraya que él solo ha dialogado con las autoridades para luchar por las demandas del transporte.

Y recalca: “No estamos en esta campaña con ningún acuerdo político ni tenemos padrinos. Total independencia como organización social”.

Cabrera es el último de ocho hermanos. Nació en una familia de transportistas. Cuando era niño, recuerda, era “chulío de carro”, como se les dice en el Austro a los ayudantes de los choferes. Cuando cumplió 18, empezó a trabajar como chofer en la Prefectura de Cañar. Cuenta que le habían ofrecido un puesto de oficina, pero él prefirió “los fierros”.

Luego se graduó de Derecho y fue director administrativo del Municipio de Azogues entre 1992 y 2000, en los dos periodos de Segundo Serrano, quien fue elegido alcalde por el Partido Socialista.

También fue diputado alterno por Cañar entre 1998 y 2002, por ese mismo partido. Y desde 2005 hasta 2009 fue consejero de la Prefectura de Cañar, por una alianza política.

Ahora es accionista de cuatro empresas activas dedicadas al transporte: Trans-Santa-Lucía S. A., Tranadeca S. A., Cortialva S. A. y Trans-Cabparum S. A. De esta última también es gerente general desde 2020.

Declaró $ 28.529 de impuesto a la renta en 22 años.

Para su candidatura al CPCCS propone despolitizar al Consejo e impulsar la transparencia en la designación de autoridades de control. (I)