Mishelle Calvache Fernández fue elegida reina de Ambato en 2003, cuando el volcán Tungurahua golpeaba a la Sierra centro del país y a ella le faltaban pocos meses para cumplir mayoría de edad. Esa experiencia le sembró “el deseo de ayudar y hacer política sana”, cuenta. También definió su carrera. Aunque era bachiller en Química y Biología, al final se decidió por el Derecho.

Dejó su natal Ambato y se fue a la capital para estudiar en la Universidad de las Américas. Luego siguió una maestría en Derecho Administrativo en la Universidad Particular de Loja, y ahora cursa otra maestría en Administración y Políticas Públicas en la Universidad IEXE.

Calvache tiene 37 años y es madre soltera. Su hija tiene 6 años. Le gusta el deporte, principalmente el ciclismo y la caminata. Es una de las candidatas con más cargos en el sector público. En su hoja de vida se cuentan once puestos como burócrata.

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Su último trabajo fue como secretaria general de la Empresa Eléctrica Quito, cargo que ocupó entre agosto de 2021 y el pasado noviembre. Uno de los hitos que logró en ese puesto, destaca ella, fue haber elaborado las políticas anticorrupción. Antes de eso laboró en el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS) como subcoordinadora de Transparencia, función que ejerció durante dos meses.

También ha laborado principalmente en las áreas jurídicas del Ministerio de Salud Pública, el Ministerio Coordinador de Producción de Empleo, el Ministerio Coordinador de Desarrollo Social, el Ministerio Coordinador de Conocimiento y Talento Humano, el Consejo de la Judicatura y el Municipio de Quito.

Además, ha prestado sus servicios a dos estudios jurídicos privados: Santamaría & Co. y Legacy Abogados.

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Calvache viene de una familia de comerciantes. Fue accionista, junto con sus hermanos y su madre, de la empresa Operadora de Turismo Galaxy Tour S. A., que está en liquidación desde hace seis años. “Fue un emprendimiento familiar... Creo que fuimos muy jóvenes y tuvimos que liquidar el negocio”, afirmó

Ha declarado $ 2.870 de impuesto a la renta desde el 2009, aunque en ese primer año de actividad económica no presentó su declaración, según consta en el sitio web del SRI. Calvache explicó que en ese año era pasante y no generaba ingresos.

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Para sus funciones como consejera del CPCCS tiene en mente tres ejes de trabajo: justicia, control y cambio.

Con respecto a la justicia, Calvache sostiene que el Consejo debe tener un rol más protagónico en el acompañamiento a la Función Judicial para que esta cumpla su rol.

Sobre el control, la candidata afirma que se deben fortalecer las veedurías ciudadanas y crear en los Gobiernos locales la posibilidad de hacer presupuestos participativos con el acompañamiento de la ciudadanía.

Por último, para Calvache, es necesario hacer cambios en la designación de autoridades de control para asegurar la meritocracia, la equidad y la participación de todas las personas idóneas. Opina que el mecanismo vigente no es el ideal: “Actualmente nos encontramos desgastados con las designaciones a dedo”. (I)

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