Del total de 13′450.047 votantes con los que el Consejo Nacional Electoral (CNE) cerró el registro electoral para las elecciones seccionales y de miembros del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS) del próximo 5 de febrero, 4′090,233 tienen entre 16 y 29 años, lo que equivale al 30,4 %.

Es la primera vez que el CNE presentó en el informe técnico del registro electoral una segmentación de los votantes en cinco grupos etarios: de 16 años a menores de 18 años, de 18 años a menores de 29 años, de 29 años a menores de 65 años, de 65 años a menores de 100 años y de 100 años en adelante. El primero y los dos últimos tienen voto facultativo. En el anterior registro electoral, el CNE agrupó a los electores de 18 a 65 años en un solo segmento; estos fueron 10′852.974.

Grupo etarioCantidad de electores para 2023
16 años a menores de 18 años635.381
18 años a menores de 29 años3′454.852
29 años a menores de 65 años7′641.972
65 años a menores de 100 años1′713.269
100 años en adelante4.573
Fuente: Consejo Nacional Electoral

En ese escenario, captar el voto joven será uno de los desafíos que tendrán los partidos y movimientos en estas próximas elecciones, según afirma el analista Cristian Carpio, quien dice que Ecuador, en comparación con otros países, cuenta con un segmento joven alto que ha hecho que la forma de hacer política tenga que cambiar para captar a estas generaciones de mileniales y centeniales.

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“Las elecciones presidenciales dejaron un mensaje importante para los candidatos que vienen de aquí en adelante, y es la forma de hacer política ya no a través de espacios tradicionales, que siguen siendo importantes para muchas generaciones, pero ya no para estas, sino canalizar los mensajes en espacios como las redes sociales”, dice.

Para Carpio, la importancia que tienen las redes sociales, como TikTok, fue decisiva en las campañas presidenciales de Xavier Hervas, de la Izquierda Democrática; de Yaku Pérez, antes de Pachakutik; y en la segunda vuelta de Guillermo Lasso, de CREO. Y dice que es muy probable que los candidatos recurran a estas estrategias o al uso del big data, una herramienta que ha cobrado fuerza a nivel internacional.

Enrique Menoscal, director de Centro Democrático, afirma que como partido han tenido que reformular su estrategia para la próxima campaña pensando en este electorado joven, pero que hay que tener en cuenta que no funciona igual para todos los territorios.

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“Estamos en redes sociales con nuestros precandidatos, pero esta elección es seccional. No podemos ir, por ejemplo, a un cantón como Paján y decirle a la gente: ‘Métase a TikTok’, porque es rural. Al país le falta mucho en conectividad. Estas estrategias funcionan en las ciudades, donde la población urbana manda en la votación”, comenta.

Menoscal cuenta que para trabajar con este tipo de herramientas constantemente están capacitando a sus candidatos sobre cómo deben ser utilizadas, ya que aún es un campo nuevo, y para captar a las nuevas generaciones el mensaje debe ser efectivo.

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“Estas nuevas generaciones, los millennials y centennials, no están dispuestas a ver un video de 40 minutos; tienen que ver un video de dos minutos, y tratando (nosotros) de que en treinta segundos les haya llegado la idea”, explica, y dice que hoy por hoy estas herramientas representan una inversión fuerte, de hasta $ 300.000 por una campaña, no como al inicio, cuando los costos eran mínimos; pero que valoran la llegada directa que tienen.

En el caso de Unidad Popular, Geovanni Atarihuana, su director nacional, menciona que el contar con la participación de líderes juveniles que puedan hablar el mismo lenguaje será uno de los recursos que utilicen para este electorado, además de agendas que conecten con sus necesidades, de la mano del uso de las nuevas tecnologías, según sea el territorio.

Jorge León, consultor político, considera que la cantidad de electores jóvenes hace que se suscite un fenómeno interesante para las próximas elecciones ante el desencantamiento que existe en este grupo hacia la política.

“Los jóvenes son los que menos quieren saber de la política o los que menos quieren involucrarse en política. Lo recomendable es que las organizaciones políticas deben empezar realmente a trabajar en lo que los jóvenes quieren, como más espacios en las universidades. Están ávidos de buscar causas sociales; que, de dárselas, muchas veces te apoyan sin pedir nada a cambio”, comenta.

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El próximo 5 de febrero el país tendrá elecciones seccionales y del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social. Foto: Alfredo Cárdenas

León explica que construir una agenda para este electorado es complejo, ya que no quieren una, dos o tres cosas, como el electorado de 29 años en adelante, que concentra sus pedidos en empleo y temás más fáciles de aterrizar.

Carpio difiere y menciona que no se debe olvidar la cantidad de ninis (población que ni estudia ni trabaja) que tiene el país y que puede ser a donde deben apuntar los candidatos, ya que es importante escucharlos para evitar en el futuro más episodios de descontento social.

Atarihuana también considera que es relativo el decir que los jóvenes sienten apatía. Manifiesta que, más allá del uso de redes sociales, lo importante está en llegar con propuestas y ganarse la confianza de estas generaciones y de todas en general.

“Hemos hecho estudios, y se necesita un lenguaje fresco, directo, nada acartonado. La juventud busca autenticidad. Por todo el acceso a la información que tienen, saben desde ya quiénes les están mintiendo”, apunta.

No obstante, para el consultor político Carlos Ferrín, los partidos cada vez están más lejos de llegar a ese segmento.

“Algunos interpretan que por poner candidatos jóvenes van a lograr que los jóvenes voten por los jóvenes. Por el contrario, los jóvenes son los afines a votar por una figura papal, canas, experiencia, el tío abuelo simpático. Lo vimos hace poco en Colombia: Rodolfo Hernández tenía una masa de jóvenes detrás de su campaña, pero para eso se requiere conectar esas figuras con ese segmento. Cuando vemos a estos candidatos romper los protocolos políticos, estallan las redes. Recordemos la segunda vuelta de Lasso: el entra a TikTok y su cuenta llega al millón de seguidores en tiempo récord”, explica.

Ferrín dice que los jóvenes ya no son de esa generación partidista, pero que “aun así hay partidos que pueden llegar empatizando con sus causas: allí es donde la izquierda podría construir más que la derecha, por ser más ideológica”.

“Las campañas agresivas y de peleas los alejan. Las figuras prepotentes y despectivas no les gustan; les recuerdan todo el tiempo por qué odian la política”, señala.

Por otro lado, ante el porcentaje que ocupan en el padrón, León menciona que los jóvenes deben tener en cuenta la importancia que esto tiene, y que es aconsejable unirse y formar parte de la actividad política del país y de la generación de políticas públicas.

“Deben darse cuenta del gran momento que tienen los jóvenes. Si se unen, son capaces de poner un presidente, alcaldes... Hablamos de más de cuatro millones. Pero, si están desconectados, vamos a seguir teniendo las autoridades que tenemos sin los espacios que ellos requieren”, menciona. (I)