Guillermo Lasso separó a funcionarios que llegaron de la Fundación Ecuador Libre, el ‘tanque de pensamiento’ que hizo su plan de gobierno

Al menos cinco “Lassoboys” (y su variante femenina), o sea, los profesionales que llegaron al gabinete ministerial de Guillermo Lasso desde la Fundación Ecuador Libre, han dejado sus cargos en los dos años en el poder. Salieron en diferentes momentos y por distintas causas.

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La Fundación Ecuador Libre (FEL) es el think tank o tanque de pensamiento (por su traducción al español) fundado en el 2005 por Lasso antes de dar el salto a la política. Los tanques de pensamiento son como laboratorios de ideas o centros de investigación y reflexión que tienen una determinada orientación ideológica o política. La FEL es de derecha y se encargó de elaborar los planes de gobierno de Lasso para sus tres campañas presidenciales.

La primera en retirarse del Gobierno fue Bernarda Ordóñez, quien era secretaria de Derechos Humanos. Ella renunció en mayo del año pasado.

En tanto que Eduardo Bonilla, secretario de Comunicación de la Presidencia, salió del cargo un día antes de que se inicie el paro convocado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), en junio del año pasado.

Tras la derrota del Gobierno en la consulta popular, en la que se planteaban enmiendas constitucionales en seguridad, institucionalidad y ambiente, se produjo un ‘remezón’ en el gabinete. Salieron cuatro funcionarios considerados “la mesa chica” de Lasso, por el peso que tenían en su entorno.

Ellos son Aparicio Caicedo, quien primero fue asesor ad honórem y luego consejero presidencial, y que fue director ejecutivo de la Fundación Ecuador Libre; Fabián Pozo y Marcos Miranda, secretario y subsecretario jurídico de la Presidencia, en su orden, también miembros de la FEL.

Iván Correa salió de la Secretaría de la Administración Pública. Él no consta como integrante de la fundación, pero trabajó por más de 30 años con Lasso en el Banco Guayaquil.

En su carta de renuncia, publicada en Twitter, Caicedo agradeció a Lasso por su confianza y dijo: “Seguiré apoyando el proyecto de un Ecuador libre y próspero, pero desde otra trinchera”. Dijo que su misión en el gobierno ya se “ha agotado”.

“El Ecuador ya ha cambiado, muchas de las ideas que esbozamos desde hace algunos años se han cumplido”, señaló Pozo, también en el texto de su renuncia que divulgó en redes sociales.

Wilson Benavides, analista político, señaló que hay dos elementos para entender la crisis de gabinete: la lectura política sobre los resultados electorales del referéndum y las seccionales, y lo otro, una lectura jurídica de los allanamientos que ha emprendido la Fiscalía General en su investigación por presuntos casos de corrupción.

“Hay la percepción de que ambas cosas están ligadas completamente: sorprende que hayan salido las personas de extrema confianza del presidente, como Caicedo, Correa, Pozo, que eran parte del ‘gabinete en la sombra’”, señala él, a lo que se sumaría, dice, la denuncia del vicepresidente del Consejo Nacional Electoral, Enrique Pita, quien es delegado del movimiento oficialista CREO.

Para Nathalie Arias, quien es legisladora de CREO y también parte de la Fundación Ecuador Libre, la salida de estos profesionales se dio en “buenos términos”. “Aunque dan un paso al costado esto no significa una ruptura o confrontación”, expresa.

Los cambios se dieron con el ánimo de refrescar al gabinete ministerial tras los resultados adversos de la consulta popular. “Como las cosas no salieron como estaba previsto se dio el ejercicio de poner los cargos a disposición”, señala.

“Coincide en que los ministros que estuvieron a cargo de la consulta provienen de la fundación y que lo acompañaron en su preparación para la Presidencia de la República”, explica ella, y agrega que podría haber más cambios. (I)